Las Aventuras De La Guardería Olympus [Terminada]

Pajarito

¡Bienvenidos sean todos!

Hoy les damos la bienvenida a los padres y a sus niños, esta es la mejor guarderia de la ciudad, no se lo perderán.

Les aseguramos que su pequeño niño se divertirá jugará y aprenderá, bajo nuestros excelentes cuidados.

Contamos con unas instalaciones de primera, aulas climatizadas, camas para que tomen la siesta y personas totalmente capacitadas para cuidar a la perfección de sus pequeños vástagos.

¡No espere más!

¡La Guardería Olympus tiene inscripciones abiertas hoy!

Dirección: Av. Los Álamos entre la calle los Olmos y la décima.

Era el anuncio que veía por televisión María Di'Angelo, una mujer de cabellos negros y ojos oscuros, su piel era olivacea, no era muy alta, pero bastante delgada. Ella era una respetable modista, tenía contratos muy importantes que atender mismos que ahora estaba dejando de lado.

—¡Nico! — escucho gritar por millonésima vez en lo que llevaba del día a su hija Bianca, una niña que había heredado todo de ella, bueno casi todo porque el carácter estaba segura que lo había heredado del padre —¡Devuelvemela! —estaba corriendo por millonésima vez en el día también, detrás de su pequeño hermano.

Nicolo Di'Angelo o Nico como le llamaban todos en casa, era un niño de tres años para nada quieto como ella deseaba alguna vez mientras estaba embarazada de él.

Si Nico no estaba jugando con sus propios juguetes es porque ya los había lanzado todos por la ventana, decía que quería ver si volaban. Los primeros en ir fueron todos aquellos que tenían alas. A mala hora a su madre se le había ocurrido contarle cuentos sobre ángeles. No solo los juguetes habían tenido ese destino tan "afortunado" los adornos que ella había traído de italia consigo también lo habían tenido. Y ahora ese camino estaban siguiendo las muñecas de Bianca.

— Nicolo no corras —ella dejo los papeles que tenía que revisar para una entrega una vez más, se había pasado así todo el día.

Recientemente la familia se había quedado sin niñera, tal vez gracias a las historias de monstruos y fantasmas que se inventaba Bianca ya la gran ayuda que Nico le daba ocultándose y dándoles susto de muertes después de estas a las pobres mujeres, aunque no solo era ellos.

Hace un año habían adoptado a una pequeña niña del orfanato san Agustín, era muy al contrario de ellos, tenia piel morena, unos cabellos crespos de color castaño claro y ojos dorados, podía parecer la niña más tierna del mundo cuando quería, pero cuando no estaba de genio hasta las piedras temblaban, Su nombre Hazel.

Su hermoso Nico le había quitado su oso de peluche, un juguete que ella amaba por sobre todas las cosas, eso había sido el día anterior. Ella no loró ni nada, solo se había abrazado a su destrozado peluche cuando Nico se lo devolvió, beso su cabeza ahora quitada de su cuerpo y durmió así con él tal cual, no dejo que su nueva mami lo cociera. A la mañana siguiente las cartas de mitomagia de Nico habían amanecido en el lavadero completamente mojadas e inutilizables.

Hazel solo había sonreído cuando le habían preguntado si fue ella y negó con su cabecita haciendo mover todo su abultado cabello de un lado a otro, pero María no estaba tan segura de eso pues su esposo que es una persona de sueño muy ligero aseguro que había escuchado pequeños pasos a la madrugada además que había un poco de relleno de oso, junto al lavadero. Ella era una niña de cuidado.

Ahora volviendo al asunto, Nico casi había conseguido trepar por la ventana y arrojar la valiosa muñeca de su hermana por esta cuando su madre lo detuvo por la cintura y lo bajo de ahí.