Enfermo

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—No, Teseo —decía un hombre de cabellos negros mientras cargaba a un pequeño muy parecido a él en sus brazos que lloraba y estiraba sus manos por encima de su hombro.

—¡Pecy! ¡Pecy! ¡Pecy! —gritaba el pequeño en los brazos de su padre mientras este bajaba las escaleras llevándole al auto donde estaban sus demás hermanos.

—¡Tes! ¡Tes! ¡Tes! —gritaba su gemelo que estaba en los brazos de su madre arriba de la escalera, tenía la carita roja y su madre trataba de calmarlo.

—El vendrá más tarde cariño —consolaba ella mientras lo llevaba  a su habitación pero el pequeño se movía queriendo ir con su gemelo.

—¡Percy! —berreaba Teseo mientras su padre lo aseguraba en su sillita. Tritón se aferró a la mano de Belerofonte viendo a su padre dejar a Teseo.

—No se te ocurra enfermar —advirtió Tritón a su mellizo y este nego con la cabeza.

Poseidón suspiró y se sentó en su lugar, Teseo seguía llorando en su asiento. Esta mañana Percy había amanecido con fiebre, la tarde anterior se la había pasado molestoso, sus padres ya temiendo que enfermaria hicieron dormir a Teseo con Orión. Teseo no estaba de buenas desde ahí.

—¡No quiedo! ¡Quiedo Pecy! ¡Quiedo Pecy! —gritaba y patalea cuando llegaron a la guardería, su padre lo llevaba en brazos mientras Orión llevaba de la mano a los mellizos.

Todos se quedaban viendo a Poseidón que solo dejaba que su pequeño siguiera gritando, él no pensaba decirle nada. Para Poseidón era normal que este así y sabia que no había nada que pudiera hacer para consolarlo, solo regresar con su gemelo lo calmaria pero no podía hacer eso. No querían que se enferme también. Así que lo único que podía hacer era seguir y hacer como que no escuchaba el murmullo de la gente acerca de que le habría hecho para que gritara así.

—Pero ¿Qué pasa Teseo? — pregunto la maestra Enio cuando llegaron a la puerta y vio al pequeño con los ojos rojos y a su padre intentando limpiar su rostro que ya estaba sucio de tantas lágrimas y rojo.

—Percy está enfermo y no puede estar cerca de él — mencionó Poseidón mientras Teseo se frotaba los ojitos desconsolado.

—Oh, que mal. Ayer si lo vimos que estaba bastante apagado cuando jugaba pero no pensamos que fuera a enfermar del todo — mencionó ella mientras cargaba a Teseo este solo seguía llorando y nombrando a su gemelo.

—Tenía fiebre y le dolía la pancita — dijo Belerofonte mirando a la señorita.

—Más te vale no enfermar —reitero Tritón a su mellizo ¿Por qué él repetía esto? Porque a pesar de todo, quería a su mellizo y se ponía igual que Teseo cuando este no estaba cerca. Belerofonte solo asintió y pronto entraron a la guardería mientras su papá se iba.

—Ya no llores — consolaba Orión a Teseo y lo abrazaba — ¿Quieres legos? —

—A Percy... le gustan, los... legos — gimoteo Teseo llorando más mientras se acurrucaba encima de la mesa.

—Pero ¿va a estar cuando llegue a casa? —preguntaba una pequeña pelinegra de ojos azules a su padre mientras caminaban.

—Si cariño respondía él —en su otra mano iba un pequeño rubio.

—¿Seguro? La otra vez no estaba —murmuró la pequeña mientras miraba detrás de ellos por millonésima desde que habían bajado del carro.

—Porque la otra vez se tuvo que quedar con los doctores Thalia —decía el hombre cuando llegaron a la puerta.

—No me convence, quiero a Perseo —ella comenzó a jalar la mano de su padre.

—Tú vas a la guardería, él solo fue a revisión cariño —decía su padre mientras la maestra tomaba la mano de Jason. Zeus se agachó para estar a la altura de ella — Te prometo que él estará cuando llegues a casa —ella asintió y él se levantó —Mi esposa consiguió cita para Perseo y hoy le harán la revisión que no pudieron la semana pasada — le comento el hombre a la maestra.

Las Aventuras De La Guardería Olympus [Terminada]Where stories live. Discover now