Las Aventuras De La Guardería Olympus [Terminada]

Peluquero

¡Bienvenidos sean todos!

Hoy les damos la bienvenida a los padres y a sus niños, esta es la mejor guarderia de la ciudad, no se lo perderán.

Les aseguramos que su pequeño niño se divertirá jugará y aprenderá, bajo nuestros excelentes cuidados.

Contamos con unas instalaciones de primera, aulas climatizadas, camas para que tomen la siesta y personas totalmente capacitadas para cuidar a la perfección de sus pequeños vástagos.

¡No espere más!

¡La Guardería Olympus tiene inscripciones abiertas hoy!

Dirección: Av. Los Álamos entre la calle los Olmos y la décima.

Esta era la publicidad que encontró en una de sus redes sociales Beryl Grace, la famosa esposa de Zeus Grace. Ella era una afamada estrella de televisión y cine, su carrera estaba de lo mejor, tenía un excelente contrato con una televisora e iba a filmar próximamente una película con un afamado actor como lo era Tristán Mclean.

— Señorita Beryl —Decía una de sus asistentes sacándola de sus pensamientos y dejando de mirar la publicidad en su celular.

—¿Qué sucede cariño? —Vio de arriba abajo a la chica que por alguna razón estaba pintada de color azul eléctrico en el rostro y parte de su ropa. Después de esta breve inspección en su ropa a ella le bastó para saber a lo que venía la chica —¿Han sido los mellizos? —Pregunto muy bajito guardando la esperanza de que la respuesta fuera negativa.

— Yo no puedo más con ellos señorita
Beryl — la chica comenzó a sollozar —La una me lanzó globos con pintura y el otro me golpeó las piernas con su espada de juguete. No resisto más — se siguió quejando la chica. Beryl suspiro, sus hijos más grandes la estaban dejando sin opciones, no podía seguir trayendolos al set al menos no sin otra niñera.

— Relájate cariño —Murmuró la rubia poniéndose de pie. Puso sus manos sobre los hombros de ella — Respira profundo, cálmate y ahora dime donde están mis pequeños... — iba a decir demonios como solía hacer pero no podía decir eşo delanțe de la gente con la que trabajaba.

—Ahora están en donde nos dejo —Murmuró la chica un poco más tranquila. Beryl asintió y la soltó.

— Te daré unas merecidas vacaciones cariño, nos vemos en una semana ¿Te parece? —La chica asintió despacio —Bien —Suspiro y comenzó a caminar hacia la habitación donde había dejado a sus hijos junto con la chica que tal vez ahora necesitaba un psicólogo más que unas vacaciones.

Ella abrió la puerta y lo primero que saltó a su rostro fue una de las pequeñas cajas de su maquillaje ¿Cómo su hija se había hecho de ellas No lo sabia y prefería no saberlo. Frente a ella estaban sus vástagos, una par de mellizos pelinegros, un niño y una niña. La niña sostenía entre sus manos otra caja pequeña de su maquillaje y tenía el rostro con marcas estilo indio hechas con lápiz labial de diferentes colores. Sobre la cabeza de ella se podía ver una desaliñada peluca (imaginaba que no estaba así antes) de muchos colores, parecía que todos los polvos compactos de todos los colores existentes habían acabado ahí. Ella aún recordaba que había traído a su hermosa y única hija mujer, con un hermoso vestido celeste con encajes y volados, de eso ya no quedaba nada, estaba negro por donde lo viera. Pero eso no fue lo que causó que Beryl gritara.

Lo que si hizo que gritara fue que su niña, la preciosa niña de cabellos largos y negros que ella trajo al set, ya no tenía cabello largo y vio a su lado al nuevo estilista que tenía por hijo. Ahí estaba el mellizo de su hija, él perfecto caballero que había traído esta mañana, con una ropa impecable, una camisa de mangas largas celeste y pantalones de tela negro con zapatos de suela negros también. Ya no había más de eso.