Die For You

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Sumergidos ambos se encontraban ante la puesta de sol que permanecía abrazando a la ciudad de Barcelona, mientras Raúl abrazaba sus piernas y seguía reflexionando con Reborn a su lado, quien se veía incómodo ante tenerlo tan cerca y lejos a la vez. Era raro, ambos se sentían cómodos y extraños al tenerse así de cerca nuevamente, era misteriosa la reacción corpórea del contrario, para Raúl era una incógnita lo que pensaría realmente Reborn, ya que sólo podía ir hacia el camino del pensar "Carajo, es tarde y ya perdí suficiente tiempo", y era aquello que aturdía la mente de Raúl, haciendo convulsiones y revoltijos en su interior. Le asustaba la situación y lo que pasaría si tomara su mano.

Para su suerte, Reborn se adelantó a ese paso, reposando su mano encima de la contraria. Sorprendió a Raúl, dirigiendo su vista hacia Reborn, quien mantenía una intensa mirada hacia las manos.

—Raúl, deja de hacernos perder el tiempo, ¿quieres? Axozer me espera en casa, y Sara te espera en la tuya... deja de hacer esto más difícil...—Murmuró con la voz ronca.

—Sólo trato de buscar maneras en cómo expresarte lo que estoy pensando...—Respondió levantando su mano recargada en el césped, levantando consigo la mano contraria. —Es difícil para mí decir lo...

—Lo que piensas...sí—Dijo sin ánimo Reborn, acariciando como podía las palmas unidas y extendidas.

Se miraron por un largo momento a los ojos, y los podía poner tan nerviosos como cómodos. Era difícil decir cómo podías sentirte tan incómodo y seguro, en una situación así. Estás con tu ex pareja en un lago, prometiéndote mentalmente que sólo irían a hacer un picnic tranquilo y hacía unos momentos habías discutido con él. Ambos seguían dañados por nada, quizás por la inseguridad de Raúl y por el miedo de Reborn, pero claro, todo derivaba a qué pensaban los demás. Para la fortuna de Reborn, aprendió a superar ese temor y se abrió como gay ante su familia, para poco tiempo después empezar a salir con Axozer, quien era ahora su pareja, aunque de todas formas le debía una disculpa por no amarle de la forma en que merecía, porque no tendría todo su amor, ese ya se lo había dado a Raúl. Pero Raúl aún temía por su situación familiar y de religión. Cobarde y tonto Raúl, que dejó ir al amor de su vida por el razonamiento y no por el sentimiento.

—Realmente odio quererte de esta forma...—Susurró Reborn. Algunas lágrimas corrían de sus ojos, y volvía a ser espectador de sus manos en contacto con las de Raúl.

—Yo odio verte llorar—Respondió Raúl, entrelazando sus manos finalmente, sorprendiendo a Reborn. —Tienes miedo de estar solo, y yo estoy realmente asustado de extrañarte... pero sucederá todo el tiempo si no me permites hablar contigo...Déjame mostrarte la verdad...

Ahora, se había aproximado tanto a los labios ajenos, los mismos que sabía, eran besados por alguien más. Era otro hombre con quien dormía por las noches, lo besaba, le preparaba el desayuno y quizás le murmuraba que lo amaba. ¿Realmente Reborn seguía amándolo de la forma en cómo lo dejó? Esperaba que no esperara por él, sabía muy bien que jamás llegaría con él al dejar sus sentimientos de lado, jamás podría fingir que todo esto había sucedido entre ambos, pero dolía, joder, vaya que dolía, porque las probabilidades de que su amor haya muerto eran altas.

Pero ese beso le hizo saber la verdad.

Acariciaba con deseo la textura ajena, haciendo gemir a Raúl, quien había soñado -dándole la espalda a su pareja- cómo esos labios besarían los suyos, haciéndolos bailar y moverse con erotismo unos sobre otros. Le hacía sentir realmente extasiado el poder volver a experimentar uno de sus sexys besos, y se sentía dichoso de poder compartir uno con él, aún si sus lágrimas chocaran contra sus mejillas al igual que su nariz. Pero no importaba, porque le estaba dando una oportunidad. Sus manos pasaron a enterrarse en su cintura y las suyas fueron a acariciar los cabellos que ya habían crecido por la parte de su nuca. Las pálidas manos viajaban con frenesí por debajo de la camisa azul de botones, desabotonando dos con facilidad y haciendo entrar sus frías manos a su espalda. Realmente le estaba dando una oportunidad, le demostraría que había algo más allá de su cobardía y gran temor a las opiniones.

Talk Dirty To Me (REBORNPLAY)Where stories live. Discover now