ᴛᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀÍᴀ ᴀ ᴇʟᴇɢɪʀ

28. Y Fue En París

"TE CONVERTISTE EN LA PERSONA DE LA QUE HABLAN LAS CANCIONES"
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" Querida Naira. Cuando leas esta carta seguramente ya me habré marchado. No llores mucho por mi, te lo suplico. Mira que estoy allí arriba y sabes que te estoy viendo. No quiero que llores por mi, mi niña. Quiero que seas feliz. Es lo que siempre he querido. Si, lo admito, fui un celestino contigo y con mi nieto. Tengo que confesarte que no tenía planeado que os casárais. Pero aquella tarde, cuando viniste con tus padres para hablar del bebé y vi que os buscábais con la mirada, que mi nieto te miraba de reojo y que tú te sonrojabas al mirarlo, lo comprendí. Estábais hechos el uno para el otro. Y estabáis unidos por una personita que os íba a necesitar y a la que teniaís que proteger de las hienas. De ahí que se me ocurriera lo de que os casárais. Y bueno, visto lo visto, tampoco os ha ido tan mal.

Conocerte mi niña, ha sido lo mejor que me he llevado estos años. Tu risa contagiosa, tu vitalidad, el que yo no te asustara, fue lo que me atrajo a querer pasar más tiempo contigo. Habías sufrido tanto. Todos te habían dejado de lado cuando más lo necesitabas, y por eso yo quise estar contigo. Quise conocerte y que me conocieras. Me encantaba cuando me hacías rabiar. Cuando me insultabas para después abrazarme. La primera vez que me dijiste abuelo se me escaparon un par de lágrimas, porque lo decías con todo tu corazón mi pequeña. 

Fui feliz los meses que estuve contigo. Me diagnosticaron un cáncer terminal y decidí que los últimos meses que me quedaran de vida los pasaría al lado de las personas que realmente quería, mi nieto y tú. Habéis sido mi luz. Mi alegría. Veros enamorados es lo mejor que me llevo de esta vida porque sé que vais a ser felices. 

Te quiero mi Naira. Espero que seas muy feliz al lado de Pedri. Y espero que la vida te devuelva lo que un día te quitó. 

Por cierto, esos crepes de plátano aún me lo sigues debiendo. 

Te quiere tu abuelo, Pedro"

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En la actualidad

Pedri llegó a casa un par de días después. Ella no estaba aquí. Se sentía triste, enfadado y sobre todo decepcionado con Naira. Le prometió que nunca más se iria, que no lo volvería a abandonar y a las primeras de cambio había faltado a su promesa.

A su madre le faltó tiempo para recordárselo y para meterle prisa y que le pudiera el divorcio cuanto antes. Pero él no quería. La quería a ella. Pero hasta dudaba de si debía luchar por alguien que no creía en él.

Subió las escaleras con la cabeza hecha un lío. Se daría una larga ducha y después pensaría que hacer. Tenía tanto que decidir.

Al pasar por la habitación del mural, Pedri no lo pudo evitar, quería ver el trabajo de Naira y ahora que ella no estaba nadie le impedía entrar y verlo. Abrió la puerta lentamente. La persiana de la ventana estaba subida completamente, lo que le permitió ver el mural.

Pedri tuvo que agarrarse a la puerta temblando. Los pelos de todo su cuerpo se le erizaron. Lo que tenía delante de él era algo extraordinario. Sabía que Naira pintaba bien, pero esto era ya demasiado. Había pintado una alegoría fantástica de dragones, castillos y elfos. Colores vivos y brillantes, imagenes que parecían ser tan reales que esperaba que de un momento a otro se salieran de la pared. Era precioso y estaba pintado de una forma extraordinaria. Cada detalle había sido cuidado al extremo.