Extra 2. Lo que llevaba guardado

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" ME DESCUBRIRÍAN SI ME TOCASEN EL PULSO CADA VEZ QUE ME MIRAS "

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AÑOS DESPUÉS...

Naira acunaba al pequeño Pedro, después de una noche en la que ninguno había conseguido conciliar el sueño. El bebé de apenas un mes y medio bostezaba cansado deseando poder dormir después de que su madre lo alimentara.

- Eres igual que tu padre -le dijo al pequeño con una divertida sonrisa- primero protestas y cuando se te da lo que quieres, que es comida, quieres dormir. Ay, si es que me tienes loquita perdida por ti, mi amor. 

Besó a su bebe en la frente y este movió sus manos de un lado a otro protestando de nuevo. El timbre de la puerta sonó en ese momento. Naira miró la hora en el reloj y se extrañó de que fuera Pedri. A estas horas, aún tenía que estar entrenando, y pasaría por lo menos un rato hasta que volviera, pues, después de entrenar, iría a recoger a la pequeña Estrella al cole de verano. 

 Caminó hacia la entrada, dirigiendo sus pasos hacia el portero con videopantalla. Se llevó una sorpresa al ver a través de ella la imagen de Ferrán. Así que, no esperó mucho para abrirle y poder recibir a su amigo.

- ¡Ferrán! -exclamó ella una vez que el valenciano cruzó el porche de entrada, quedando a pocos pasos de Naira.

El valenciano le dio una sonrisa a su amiga, sintiendo en ese momento una punzada en el corazón. Verla con un bebé en sus brazos producía en el una mezcla de sentimientos a la vez alegres y extraños. Llegó hasta ella y la envolvió en un cálido abrazo correspondido por la canaria.

- ¿Pero qué haces aquí, Ferrán? menuda sorpresa -le dijo Naira haciéndole un gesto para que entrara en casa.

- Te diría que pasaba por aquí, pero, he venido a caso hecho. Tengo muchas cosas que contaros -le confesó él con cierta alegría. 

La puerta se cerró entrando ambos en la vivienda. Naira lo llevó hasta el comedor para que tomara asiento y así estar más cómodos. El pequeño aún bostezaba y su madre decidió dejarlo en la mini-cuna que había a un lado de la estancia. 

- Es muy guapo. Se parece mucho a ti, Naira -Ferrán miraba al pequeño Pedro, el cual, cerró bien pronto sus ojos presa del sueño y del cansancio.

- Oh, gracias -acertó a decir ella algo azorada por el piropo- pues tendrás que esperar a que venga Pedri para contarnos lo que sea. Está entrenando y no vendrá hasta casi la hora de comer. Si quieres quedarte.

- Si, claro. No tengo nada que hacer hasta ésta tarde. Así os lo cuento a los dos. 

- ¿Y no podrías darme a mi un adelanto? por fi. Luego me callaré y haré como si no supiera nada -le rogó ella frunciendo sus labios en un pequeño puchero que a Ferrán le pareció adorable.

- Está bien. Serás la primera en saberlo. De hecho, hasta ésta tarde no será oficial -le confesó él por fin, sin poder aguantarse más el secreto- vuelvo a España. Me ha fichado el Villarreal y lo harán oficial ésta tarde.

- ¡Ay, Dios! ¡Que bien, Ferrán!

Naira pegó un pequeño grito de júbilo, feliz de volver a tener a su amigo en España, y ésta vez, tan cerca suya. Desde que lo fichó un equipo extranjero, habían sido contadas las ocasiones en las que había visto a su amigo y a su prima Amara, la novia de Ferrán. Lo abrazó de nuevo con mucho cariño, permaneciendo unos segundos entre sus brazos, feliz por la maravillosa noticia.

- ¡Que bien, Ferrán! Amara tiene que estar feliz de volver a España -le preguntó ella por su prima sonriendo ampliamente. Fue pronunciar el nombre de su prima, y el rostro de Ferrán sufrió un ligero cambio para ponerse algo más serio.

ᴛᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀÍᴀ ᴀ ᴇʟᴇɢɪʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora