Capitulo 32

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- Me olvidé de Carlos – grité.

Me llevé la mano a la cabeza, y bueno, lo de Carlos no fue lo único que olvidé, también olvidé que estaba en lo alto de un árbol, y poco me faltó para caer, menos mal que mi prima me sujetó antes de que perdiera el equilibrio del todo.

- ¿Quién es Carlos? – preguntó Nancy olvidando que hace unos segundos por poco nos caemos del árbol.

- Podemos primero bajar – grité histérica.

- Está bien, mamá.

Dicho eso, estiró los pies hasta llegar a la rama inferior y se volteó para agarrarse de la rama en la que yo aún estaba sentada, en cambio yo preferí irme hacia el tronco, Nancy bajaba con agilidad, mientras yo bajaba lentamente y sin soltarme del tronco, con un salto final la loca de mi prima llegó al suelo y puso pose de triunfante, yo reí por lo bajo y me limité a saltar desde donde estaba. Nancy se acercó rápidamente y espero a que hablara.

- ¿Qué quieres saber? – pregunté intentando evadir el tema.

- ¿Quién es Carlos y por qué has dicho que te has olvidado de él?

Le conté resumidamente quien era Carlos, pero me detuve un poco más cuando llegue a la parte en la que intentó besarme.

- ¿Es guapo? – preguntó finalmente.

- Eso no viene a cuento.

- Claro que sí – se defendió – si es guapo, pues perfecto, o es verdad, que no hay nadie más perfecto que tu Logan.

- Calla – dije, aunque no pude evitar sonrojarme.

Mi prima empezó a reír, siempre tan risueña.

- ¿Me vas a dar consejo? – pregunté mientras ella reía.

- ¿Debería hacerlo? – dijo haciéndose la interesante.

- Pues claro, eres mi prima y mi amiga, aconséjame.

- Está bien – hizo una pausa, como buscando ideas – habla con él.

- ¿Y qué le digo?

- Tú sabrás.

- Gracias, ahora ya lo tengo todo claro – dije sarcástica.

- A ver ___ – me miró a los ojos fijamente, y me cogió de las manos – si tu eres feliz con Logan, déjaselo claro, si quieres que seáis amigos, díselo, habla con él, dile que lo entiendes, que tú no quieres perder su amistad, la persona de la que uno se enamora no se elije, el amor a veces duele, pero la vida es así, y si él prefiere perderte como amiga por no tenerte como novia, él sabrá, no sabe la buena amiga que está dejando ir.

Por un momento me quedé totalmente paralizada, olvidé que estábamos en medio de un enorme bosque, olvidé que nuestros padres podrían estar buscándonos, olvidé hasta porque había dicho eso Nancy, simplemente me concentré en sus palabras y en toda la razón que tenía. Cuando conseguí volver en mí me lancé a sus brazos y la abracé fuertemente, ella contestó a mi abrazo rápidamente, y nos quedamos unos segundos así.

- Gracias – musité en su oído antes de romper el abrazo.

- No hay de qué, ahora volvamos.

En el camino de vuelta volvimos a hablar sobre cómo sería vivir en el bosque, aunque después de ver a mi prima escalar de esa manera un árbol, ya no sabía si viviría en una casita del bosque o en las ramas de un árbol.

Cada vez los árboles eran menos, hasta que volvimos a ver la pequeña carretera y justo después el restaurante en el cual esperaba nuestra familia. Nancy y yo nos sacudimos los restos de tierra y hojas que teníamos en la ropa y entramos al bar.

- Anda ya aparecieron – dijo mi madre levantándose y viniendo hacia mí - ¿Sabes qué hora es?

- No, no lo sé.

- Son las cuatro, y aún tenemos que ir a casa.

- Está bien, voy a coger mi bolso.

Cogí mi bolso y empecé a despedirme de todos mis familiares, bueno de la mayoría, Nancy me dio un abrazo y me pidió que le contara sobre que ocurría con Carlos, le dije que le informaría, no tenía ningún problema en hacerlo, había sido buena consejera al final.

Salimos del restaurante y nos montamos en el coche que estaba casi enfrente del bar. Al principio íbamos en completo silencio, sinceramente lo prefería así, pero mi padre empezó a hablar:

- ¿Dónde estabais?

- Dimos una vuelta.

- ¿Por dónde?

- Por el pueblo, papá soy mayorcita ya para esto.

- Deberías haber estado más pendiente de la hora – comentó mi madre.

- Vamos bien, Teresa tampoco me ha dicho nada, solo tenemos que llegar, coger la maleta, recoger a Tere e ir al aeropuerto, aún hay tiempo.

- Está bien.

No volvimos a hablar en todo el trayecto, cogí mis auriculares y puse algo de música, el tiempo siempre se me pasaba volando así. Llegamos a casa, subí rápidamente a coger las maletas y en un momento ya estaba volviendo a entrar en el coche a la vez que llamaba a mi amiga, la cual decía estar preparada ya, todo listo, que ganas tenía de volver a Los Ángeles.

Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)Where stories live. Discover now