Capitulo 25

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Es difícil describir la cara que pusieron, estaban más sorprendidos que nunca, jamás los había visto así, estaban en una especia de shock, seguramente  pensando “Ese chico no puede ser el actor, no claro que no, o si”. Logan al principio tenía una gran sonrisa en la cara, hacía tiempo que quería conocer a mis padres, pero al ver qué pasaba el tiempo y mis padres seguían sin reaccionar, pude ver como estaba algo preocupado.

- Ah bien – dijo finalmente mi padre, él solo dice eso si no sabe que decir.

- ¿Nos vamos? – pregunté, intentando cambiar de tema.

- Sí, vayamos al coche – dijo mi madre sin apartar la mirada de Logan, quien parecía algo nervioso.

Empezamos a andar en dirección a la salida, mis padres iban delante, susurrándose el uno al otro, seguro que estaban hablando de Logan, pero no sé si algo bueno o malo.

Logan y yo nos manteníamos unos pasos más atrás, íbamos cogidos de las manos y sumidos en un incómodo silencio. Por suerte no tardamos mucho en llegar al coche, que estaba aparcado relativamente cerca de la salida. Mi padre cogió mi maleta y la metió en el maletero, Logan fue junto a él y metió la suya donde le indicó mi padre, ambos empezaron a charlar sobre un tema que no llegué a escuchar, pero parecía que se llevaban bien, algo que me alegró bastante.

- Ahora se explican muchas cosas – comentó mi madre.

Me giré hacia ella, estaba justo detrás de mí, cruzada de brazos, sus labios formaban una inexpresiva línea, tenía una ceja arqueada, así que llegué a la conclusión de que me esperaba una bronca, me mordí el labio inferior y clavé mi mirada en el suelo, algo que solía hacer cuando estaba nerviosa, mi madre pareció detectarlo y me abrazó, primero me sorprendí, pero después la abracé yo también.

- Siento no habértelo contado antes, pero quería decírtelo cuando te…

- Tranquila – me interrumpió – ya me lo contarás todo.

- ¿No estás enfadada?

- ¿Por qué iba a estarlo?

No pude evitar sacar mi mejor sonrisa, me lancé sobre los brazos de mi madre y la abracé tan fuerte como nunca.

- Gracias mamá.

- ¿Por qué? – dijo alejándose para quedar cara a cara.

- Por ser tú.

Estuvo a punto de darme un abrazo, pero mi padre nos llamó para que nos metiéramos en el coche, mi madre me guiñó un ojo y yo la imité, soltamos unas risitas e inmediatamente nos metimos en el coche.

Mis padres iban en la parte delantera, y Logan y yo nos quedamos detrás. El aeropuerto estaba a una hora de mi casa, así que hubo tiempo para el interrogatorio de mi padre, normalmente yo respondía a las preguntas, pero eran tantas que Logan terminó ayudándome a responder, mi madre le decía a mi padre que nos dejará, pero él seguía preguntando.

Finalmente, después de la hora más larga de mi vida, llegamos. Logan había estado en Londres, pero esa parte nunca la había visto, y parecía encantado con lo que veía.

Mi padre nos dijo que fuéramos a casa mientras él aparcaba y así hicimos, estaba ansiosa por llegar.

- Teresa está loca por verte – me dijo mi madre.

- Yo también tengo ganas de verla – comenté.

- ¿Lo sabe? – dijo dirigiendo la mirada a Logan, quien estaba unos pasos más atrás hablando por teléfono con su madre.

- Sí, no tuve otra opción que contárselo – mi madre me miró confusa – una larga historia.

- Está bien.

Llegamos a mi portal, mi madre abrió la puerta y entramos, Logan se despidió de su madre antes de entrar en el ascensor, finalmente colgó y entramos.

Al abrir la puerta de mi casa sentí un montón de cosas, entre ellas la alegría y la tranquilidad, al fin y al cabo allí había vivido durante toda mi vida. Conforme iba entrando un montón de recuerdos aparecían por mi mente,  tantos recuerdos imposible de reemplazar.

- ¿Por qué no vais a tu cuarto y soltáis las maletas? – dijo mi madre – tu padre y yo nos las arreglaremos para ver que hacemos esta noche, pero bueno, ¿habéis desayunado?

Resultaba raro, pero eran las 8 de la mañana, en cambio en Los Ángeles serían sobre las doce de la noche.

- ¿Hacemos un desayuno- cena? – le pregunté a Logan.

- Está bien – respondió el conteniendo la risa.

- Vamos a dar una vuelta y desayunamos en un bar.

Logan asintió, mi madre nos dio algo de dinero aunque le dijimos que no hacía falta, después se despidió de los dos, se mostró muy cariñosa con Logan, al igual que Logan con ella, no pude evitar sonreir.

- ¿A dónde vamos? – preguntó Logan al salir de casa.

- A mi bar favorito.

- ¿Tienes un bar favorito?

- Bueno, está cerca y es barato.

Logan rió ante mi respuesta, pero esa era la verdad, ese bar estaba abierto a todas horas y podías tomar cualquier clase de comida, seguramente estarían abriendo ahora.

- ¿Damos una vuelta antes o te estás muriendo de hambre? – pregunté.

- Comí algo mientras dormías, así que si tú no te mueres de hambre, podemos dar la vuelta ahora.

- Pues bien, te voy a enseñar el barrio.

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Pues aquí teneís otro capítulo como os dije. ¿Qué os parece? Por ahora todo bien, ¿no?

Votad y comentad. Gracias por leerme.

Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant