Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)

Capitulo 24

Llevábamos alrededor de seis horas metidos en aquel avión, por la ventanilla solo se veía el mar, ojalá pudiera decir que el trayecto fue igual que cuando vine, pero no. Al principio estaba bien, sobretodo ilusionada, después me entraron ganas de vomitar y ya se fastidio todo, seguía estando mareada, pero ya no tanto.

Logan decidió dar una vuelta por el avión, llevaba alrededor de unos quince minutos por ahí, a saber dónde estaría, tan grande no es un avión, ¿no? Me recosté un poco e hice un intentó de querer dormir, pero entonces llegó Logan.

- ¿Cómo estás? – me preguntó suavemente.

- Mejor.

- Me alegro.

Se dejó caer sobre el asiento, cogió su mochila que estaba a mis pies y empezó a rebuscar algo, parecía estar estupendamente, y claro que lo estaba, él estaba acostumbrado a viajar, seguro que había estado en vuelos más largos.

- Y… ¿Dónde estabas? – pregunté para sacar un tema de conversación.

- Nada interesante, simplemente investigando el terreno.

- Ajá – dije desanimada y volví a mirar por la ventanilla.

- ¿De verdad estás bien? – parecía preocupado, lo miré a los ojos y le acaricié suavemente la mejilla.

- Claro – intenté poner la mejor cara y le regalé una sonrisa ladeada, su expresión se relajó, pues al final resulta que yo también era buena actriz – Voy al baño, vuelvo enseguida.

- No te pierdas – me dijo sin apartar la mirada de su móvil.

- ¿Cómo me voy a perder? No soy tan torpe.

- Enserio, ¿No recuerdas como nos conocimos? – apartó la mirada del móvil y la dirigió a mí, no pude evitar sonrojarme, aquella caída fue bastante estúpida, una estupidez que me cambió la vida.

Faltaba menos de media hora para aterrizar, me sentía muchísimo mejor, menos mal que le hice caso a Logan y dormí un poco, aunque solo fuera un par de horas, me sentía como nueva.

Nos habíamos pasado casi todo el tiempo viendo las fotos que teníamos en los móviles, lo que hace el aburrimiento, tenía un montón de fotos que ni siquiera sabía que había hecho, eso es algo típico de mí, le hago fotografías a todo.

- ¡Qué mona! – exclamó Logan al ver una foto mía de pequeña.

- No, esta no – grité a la vez que intentaba alejar el móvil del alcancé de Logan, aunque creo que ya había visto la foto, una mía cuando tenía siete años vestida de hada, que humillante.

- Pero si estás bien.

- Sí, claro – dije irónicamente – perfecta.

En eso una voz se escuchó por megafonía, nos avisaba de que debíamos ponernos los cinturones, porque pronto aterrizaríamos.

- ¡Por fin! – exclamé.

Logan rió, le di un leve empujón, se hizo el dolido y estaba vez fui yo la que rió. El avión empezó a maniobrar, volcándose para el lado derecho, instintivamente cerré los ojos, Logan me cogió de la mano, eso fue suficiente para tranquilizarme.

El avión empezó a descender, y tuve la misma sensación que se siente cuando bajas una montaña rusa, un hormigueo recorrió mi estómago y apreté aún más la mano de Logan, quien parecía ni inmutarse.

Finalmente aterrizamos, todo el mundo empezó a aplaudir, es lo que se suele hacer, para felicitar al piloto por su gran trabajo.

Bajamos del avión y salimos a la pista de aterrizaje, Logan sacó su gorra de la mochila y se la colocó con la idea de taparse un poco la cara, aquella gorra era la que llevaba el día que nos conocimos, la gorra misteriosa, que recuerdos.

Llevábamos las maletas con nosotros, así que nos libramos de esperar a que sacaran las maletas, que solía tardar bastante.

Me empezaron a llegar un montón de mensajes, y alguna que otra llamada perdida, de mis padres, como no. Casi todos los mensajes eran de mis amigos de Los Ángeles, que raro resulta decir eso. Leí un mensaje de mi madre que decía que me esperaba en las escaleras que conducían a la estación de autobuses.

Logan y yo fuimos siguiendo los carteles, sí, ese era el aeropuerto de mi ciudad, pero yo no solía viajar mucho, así que me costó ubicarme, por suerte Logan cogió la delantera y conseguimos llegar a la estación de autobuses.

- Deben estar por aquí – dije al atravesar la gran puerta de cristal.

Entonces los vi, allí estaban mis padres, buscándome con la mirada, pero aún no me habían visto, le indiqué a Logan donde estaban, él se mantuvo unos pasos detrás de mí, primero quería que mis padres me recibieran y después les presentaría  a Logan.

Fui acercándome a ellos, evitando a todas las personas que se cruzaban, mi madre no tardó en verme y salió disparada hacia mí, mi padre la siguió de cerca y nos abrazamos.

- Te hemos echado mucho de menos, ___ – dijo mi padre.

- Y yo a vosotros.

El abrazo parecía no terminar, pero finalmente nos separamos, miré hacia Logan que contemplaba la escena, él asintió con la cabeza y se acercó, yo también me acerqué hacía él y lo cogí de la mano, mis padres se quedaron totalmente atónitos.

- Mamá, papá, él es Logan Lerman, mi novio.

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Hola, se que he tardado en colgar algo más de lo que dije, pero ¡Aquí estoy! Y tranquilidad, que mañana o pasado colgaré capítulo.

Ya llegaron a Londres ¿Qué os ha parecido?.

Gracias por leerme.