Capitulo 8

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Aquella mañana no fue de las mejores, James siguió echándome la bronca a pesar de que el día anterior estuvo regañándome dos horas por teléfono, al parecer tenía que repetírmelo todo cara a cara. Amber seguía mala y Sherry no paraba de pedirme explicaciones de por qué no vine, no se tragaba la historia de mi amiga mala. El día en general fue aburrido, pero por suerte llegó la hora de irse y yo fui la primera en salir.

Era un día soleado, sin viento, hacía una temperatura ideal, calor pero no tanto, la gente iba y volvía de la playa, no tenía pensado ir a la playa, pero ver a la gente así era tentador. Empecé a andar de vuelta a casa, sola, tenía ganas de que Amber se pusiera bien de una vez. Ya llevaba medio camino recorrido cuando escuché que me llamaban, me di la vuelta, era Alana, me paré y ella corrió hasta alcanzarme.

- Hola ___, quería hablar contigo sobre lo que pasó el otro día – dijo Alana.

- Sí, yo también quería hablar sobre ello.

- Lo siento, yo no soy nadie para decirte lo que te dije.

- Yo también lo siento, te cuestione, cuando no debería de haberlo hecho y después hice lo mismo que tú, además tenías razón.

-¿En qué? – preguntó confusa.

- En lo que dijiste sobre el amor a primera vista.

- Solo cuando te ha pasado sabes que existe.

-¿Te había pasado alguna vez antes? – pregunté.

- Pues sí, se llamaba Héctor, fue verlo y no podía pensar en otra cosa, estuve el día entero en las nubes solo pensaba en él, esa noche soñé con él, estaba loca por él – soltó un suspiro – Estuve casi un año enamorada de él, se tuvo que ir, se mudó, cuando me enteré empecé a llorar, estuve varios días sin levantarme de la cama, solo lloraba, soy un poco exagerada, Héctor me dijo que no perderíamos el contacto que nos llamaríamos y nos veríamos de vez en cuando, pero ¿Sabes qué?, se fue y hace seis años que no sé nada de él, estuve dos años sin salir con otro chico.

- Lo amabas muchísimo – después de lo que me contó me había quedado en blanco.

- No sabes cuánto – dijo ella a punto de llorar.

- Creo que sí lo sé.

- Si te digo la verdad, Nathan no me gusta ni la mitad de lo que me gustaba Héctor, lo de Nathan no ha sido un amor a primera vista.

- Me lo dices ahora – solté una risa y ella se rió conmigo.

-Bueno háblame de él – me dijo Alana un rato después.

- Él… pues es… es perfecto, es que estoy súper enamorada de él, ayer falté porque estuve con él, eres la única que lo sabe, estuve todo el día con él.

- ¿Cómo se llama?

- Se llama Logan – no sabía si decirle el apellido o no.

- Bonito nombre, no es por cotillear, pero ¿Qué hicisteis ayer?

- Ayer, pues… por la mañana fuimos a una cafetería y dimos una vuelta, después me llevó a comer con su familia y después otra vuelta.

- ¡Conoces a su familia! Eso sí que es ir rápido – Alana estaba alucinando.

- Sí, los conozco – dije y sonreí – su hermana dice que me quiere.

-¿Enserio? ¡Qué fuerte! – Alana empezó a reír y así estuvimos un rato riéndonos las dos, después Alana miró al cielo - ¿Quieres ir a la playa?

- Estaría bien – contesté yo.

Llegué a mi apartamento, me puse un bikini de rayas rojas y azules, encima unos shorts y una camisa azul lisa de tirantas, me hice una cola alta, para que no se me enredase el pelo, preparé mi bolso y salí en busca de Alana.

Cerré la puerta del apartamento y al darme la vuelta me encontré a Logan, allí estaba de pie con una sonrisa en la cara, sus ojos brillaban aún más, parecía feliz, llevaba una camiseta verde de mangas cortas, unos pantalones negros que le llegaban justo por debajo de la rodilla y unos zapatos de cordones grises bastante desgastados por el uso. Me quedé muy sorprendida al verle, ni siquiera podía hablar, por suerte fue él el primero.

- Hola ___ ¿A dónde ibas? – me dijo aún sonriendo.

- Iba a… un momento ¿Qué haces aquí?

- He venido a buscarte.

- ¿A mí? ¿Por qué no me has avisado?

- Quería que fuera una sorpresa, bueno sigue siendo una sorpresa – dijo haciéndose el misterioso.

- Logan, yo… - oí como se abría la puerta de Alana, Logan se volteó, yo rápidamente abrí la puerta de mi apartamento y empujé a Logan para que entrará, entonces cerré la puerta. Rezaba porque Alana no me hubiera visto.

- ¿Qué acaba de pasar? – preguntó Logan extrañado.

- No quiero que Alana… - no pude terminar mi frase porque en ese momento Alana pegó al timbre, me puse un dedo sobre la boca, para advertir a Logan de que estuviera en silencio, Alana pegó de nuevo al timbre, cogí a Logan de la mano y lo llevé a mi habitación.

- ¿Me vas a decir que pasa? – preguntó Logan algo enfadado.

- He quedado con mi amiga Alana para ir a la playa, pero prefiero quedarme contigo – me acerqué a Logan y sentí como sus manos tocaban mi cintura, apoyé mi cabeza en su hombro y él me acercó aún más a él. Nos quedamos abrazados hasta que Alana paró de pegar al timbre y me llamó al móvil, yo no quería contestar pero Logan me dijo que lo hiciera:

- ¿Alana? – dije tímidamente.

-¿Dónde demonios estás? – estaba muy enfadada.

- No voy a poder ir a la playa.

-¿Qué ha pasado? – ahora parecía preocupada.

- Logan me necesita, un asunto familiar – mentí.

-¿Le ha pasado algo a un familiar suyo? ¿Pero está bien?

- No es nada grave, pero me ha llamado para que le acompañe a ver a su tía - ¿Qué estaba diciendo? Logan me miraba alucinado.

-¿Qué le pasa a su tía?

- Necesita ayuda con… una mudanza y yo no pude decirle que no.

- Ah vale, pues que vaya todo bien – se despidió Alana.

- Irá bien, adiós – colgué y después miré a Logan – Por poco.

- ¿Qué le has dicho? – Logan parecía confuso.

- Le he dicho que tienes una tía que se va a mudar y que nosotros vamos a ayudarla – dije y sonreí.

- Increíble – Logan suspiró y después me miró, parecía que se había acordado de algo – Sigo por donde iba…

- Es verdad, dime.

- Ya hemos terminado de rodar la peli, hemos terminado hoy, que día más malo, hemos estado rodando desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, he venido corriendo hacia aquí, porque me han dicho que vamos a hacer el preestreno en dos semanas y podemos llevar a algún acompañante, así que… - Logan metió la mano en el bolsillo y sacó un papelito rectangular - ¿Querrías venir conmigo?

-Sí, claro que sí, que ilusión – dije dando saltitos.

- Es una cita – dijo él, yo me quedé pillada y lo miré fijamente, él se puso nervioso y empezó a mirar a los lados – Si tú quieres claro.

- Claro que quiero – se acercó a mí y me besó.

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Capitulo largo, bueno ¿Qué os ha parecido?

Gracias por leerme.

Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant