Capítulo 9

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IAN

La noche anterior fue incómoda y un desastre, sobre todo después de ver la cadena de Jude colgando del cuello de Cassandra. No me gustaba que eso fuera lo único que había podido recordar porque sabía que no me dejaba en muy buen lugar. Tampoco quería ser injusto con ella, llevaba dos años viviendo con en una mentira  y lo que menos quería era recuperar el daño y los problemas del pasado. A lo mejor esa era una buena oportunidad para empezar de cero.

El sol me abrasaba la espalda y había tenido que ponerme la camiseta en forma de turbante. Se notaba la subida de temperaturas y el bochorno propios de mediados de primavera. Era mi estación favorita pero odiaba los cambios de tiempo que conllevaba. Cassandra iba unos pasos por detrás observando todo con desmesurada curiosidad. Su expresión nada tenía que ver con la chica que había sido esos últimos meses antes de que Morriguen la capturara. Había estado malhumorada y fría todo el tiempo, mientras que ahora soltaba sonrisas cuando un animal se le cruzaba o veía una flor bonita.

Aunque me costara admitilo era probable que  su estancia en la Isla Infernal no hubiera sido tan mala como pensaba. Lo cierto es que Morriguen la trataba con bastante delicadeza. Puede que incluso la apreciara, a su manera. 

—¿Y cómo es Maternas? —curioseó arrancando una hoja que le había llamado la atención—. Nikolái dice que su territorio es una obra de arte clásico. No se lo que significa, pero me lo imagino muy diferente a la isla.

—¿Tienes mucha confianza con él? —pregunté, más preocupado de su seguridad que de mis celos.

—Es mi amigo.

—¿Tus amigos suelen ir flagelando y torturando personas?

—Lo que hizo no estuvo bien—admitió—, pero tampoco puedo culparlo después de todo lo que habéis causado.

No contesté, no tenía ningún sentido discutir con ella mientras siguiera con esas ideas fijas en la cabeza.

—No me has respondido a la pregunta.

—Maternas es precioso. Un refugio para la naturaleza, con un pueblo encantador y un castillo digno del mejor de los cuentos de hadas—aquella descripción se quedaba demasiado corta, pero ya juzgaría ella misma cuando lo viera por falsa primera vez.

—¿Y quienes de tus amigos están allí?

—Pues supongo que Emma y Jude seguirán allí, así que Astrid también, es la novia de Emma. Me da que Rubí y Erick no. Y son Nuestros amigos—recalqué la palabra nuestros.

—De Emma no he escuchado mucho. Solo que es la sucesora de Yuky y que no se meten en muchos problemas. Mi madre me dijo que su don es el más aburrido de todos —habló con soltura y con una jovialidad muy impropia de ella.

—Si te parece poco ver el futuro y sentir el alma de las personas, entonces si, es aburrido.

—Bueno tu puedes revivir y curar heridas, eso si es magnífico.

—Creo que nunca te había escuchado decir esa palabra—me reí.

—¿Cuál?

—Magnífico—volví a reírme.

—La digo mucho—se encogió de hombros.

—¿Y tú qué? ¿Cómo es la vida en la Isla infernal? ¿Cómo es ser "hija" de Morriguen? —era algo que me preguntaba desde que descubrí que seguía viva.

—Me gusta saber que la gente debe de hacer lo que le ordeno, me siento poderosa. Pero no me gusta que lo hagan solo por quien es mi madre. He vivido muy bien, al menos lo que recuerdo de estos últimos años. Morriguen me ha consentido y me ha dado todo lo que pedía. No es muy cariñosa que digamos, pero se preocupa por mi y no quiere que nadie me haga daño—explicó con la mirada perdida.

Luz u oscuridad [Saga centenarios II] ✅Where stories live. Discover now