Capítulo 39

55 10 2
                                    

ERICK

Repartí el desayuno entre mi grupo y después nos sentamos en el campo para disfrutarlo. Habían mejorado mucho en esos últimos días. Se habían puesto fuertes y ya podían detener un golpe y saber devolverlo. No solo eso si no que empezaban a conocerme poco a poco. Ahora me apreciaban, como entrenador y como rey. Los líderes que había propuesto para llevar sus propios grupos obtenían buenos resultado así que también dejé de cuestionarme todas mis decisiones. Al final gobernar era algo que si ya lo habías aprendido era fácil de recuperar.

—No puedo creerme que tu chica sea la sucesora de Reny, la que se enfrento a la diosa muerte—se sorprendió uno de mis alumnos. No tenía ni si quiera dieciséis años, pero era fuerte. Bueno con las armas.

—Soy un hombre con suerte—contesté. No dejaba de pensar en ella ni en como estaría.

—Suerte la nuestra, es la futura reina de Maternas—dijo otra de mis alumnas. Esta era de mi edad y disfrutaba pateando el culo de soldados desde que tenía conciencia.

Sentí una quemazón en el pecho al recordar la posición que debería haber tomado ya, después de que compartiéramos nuestros votos. Tendríamos que repetir la ceremonia una vez volviera, pero para mi ya era la reina.

—Con ella a nuestro lado es imposible que perdamos.

Asentí, porque todos me miraban en busca de una confirmación. Con frecuencia solía olvidarme de que todo el mundo la veía e imaginaba indestructible. Pensaban que podía con todo. Solo yo conocía la verdad, la frecuencia con la que se derrumbaba por pensar que no iba a ser capaz de lograrlo.

—¿Qué es eso? —apuntó uno de ellos con el dedo.

Una bandada de pájaros se acercaba hacia nosotros, tan grande que iba oscureciendo el cielo por donde pasaba. Los perros ladraron y los caballos se escaparon de sus cuadras. Cientos de animales se colaban a través de la cúpula, huyendo despavoridos.

—¿Qué está ocurriendo, Erick?

No sabía contestar. Era un fenómeno desconocido para mí. Los animales ni actuaban así a no ser que se vieran obligados a hacerlo. Recordé entonces las palabras de Rubí. Me dijo que estuviera atento a las señales, que me lo haría saber si algo iba mal. Si el tamaño de la señal se correspondía con lo mal que habían ido las cosas, entonces es que algo muy grave acababa de ocurrir. El cielo se oscureció y de la nada empezó a llover como nunca había visto. Una tormenta torrencial se cernía sobre nosotros.

Corrimos hacia el castillo evitando los rayos que caían a nuestro lado. La cúpula se sacudió con fuerza apagándose y volviéndose a encender de un color rojo intenso varias veces. Me agarré el pecho. Ese escudo estaba directamente conectado con el poder de Rubí. Si la había pasado algo...No. Lo sabría. Si algo la hubiera ocurrido yo lo notaría. El resto de la gente se agrupó como pudo en el comedor principal. Estaban desconcertados y me miraban en busca de respuestas.

—Erick—susurró Fill—, Varias personas han caído desplomadas. Han muerto. Nadie sabe por qué.

Me pasé la mano por el pelo. Me moví en el sitio, nervioso. No podía perder la calma sin que todos los demás la perdieran.

—¿Crees...—paró unos instantes replanteándose si debía preguntar—¿Crees que los han matado?

Solté un suspiro.

—No lo sé.

Una melena rubia me llamó la atención entre la multitud, agarrada de la mano de una pelirroja. Si Emma había venido hasta aquí, si había traído consigo a todas las personas que veía justo detrás significaba que lo que estaba a punto de pasar era aún peor de lo que había imaginado. Y ella lo había visto. Supo que este mundo acabaría y que sería provocado por el dolor. Apreté los puños, convencido de ir directo hacia ella en busca de explicaciones. 

Unos segundos antes de alcanzarla, cuando ella también se dio cuenta de mi presencia, la tierra empezó a temblar. 

****

****

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
Luz u oscuridad [Saga centenarios II] ✅Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin