Capítulo 23

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 "Enero 7 de 1991.

            Me enteré que la líder de las hadas, llamada Nina, fue desplazada de su cargo por su propio pueblo. La versión oficial es que por malos tratos a su especie, las hadas decidieron que era mejor destituirla. Pero algunos comentan que ella tenía trato con su madre Blanca, a quien odian los sobrenaturales.

         Pasando a otro tema, le conté a mi heredero sobre el mundo oculto. En primera estancia no me creyó, pero luego, mostrándole pruebas contundentes me pareció que se adaptará muy bien a los sobrenaturales. Sobre todo por el hecho de que quiero que continúe con mis investigaciones cuando yo no pueda hacerlo. Hasta le presenté a mi amigo Jack, quien se encarga de mis finanzas, y es además un vampiro bastante controlado. Mi hijo Steven parece más fascinado con los sobrenaturales que su madre Agnes. Mi esposa, por desgracia, no comprende lo magníficos que son estos seres.

       Todavía no consideré la oferta de Azael, pero presiento que él volverá a buscarme cuando esté impaciente. Tal vez me niegue a su trato, ya que puedo obtener información de otros lados sin hacerle favores a un demonio. De igual forma, desde que conocí a Azael no puedo sacarme de la cabeza una duda. ¿Cómo será tener sangre demoníaca corriendo por tus venas? El demonio parecía controlar todo el Universo con sus ojos negros, y su personalidad despreocupada. Era como si el poder del tiempo recayera en él."





             No es nada divertido tener sangre demoníaca corriendo por mis venas, piensa Jenna sentada en las mesas de la biblioteca. Estantes, ubicados por filas y cubiertos de polvos, rozan el cielo raso por su tamaño colosal. Construidos de roble oscuro, dejan ver por su lado vidriado, cientos de libros que están agrupados por temas. Las grandes ventanas arqueadas, con pesadas cortinas a los costados que tienen olor a naftalina, inundan de luz natural la sala. Jenna se levanta de su sitio, cerrando el diario de su abuelo que ahora lo lleva consigo como si fuera su más preciado tesoro, y se dispone a abandonar la biblioteca de Pandora. Sus pasos hacen eco en la soledad del lugar, mientras atraviesa el escudo de una luna y estrella entrelazadas.

         Hace más de tres semanas que encuentra refugio allí leyendo el diario de Demetrio. Luego de su discusión con Dean, siente como si las cosas desmejoraran. Principalmente su aspecto físico y mental. Sus huesos resaltan de su piel, su cabello perdió brillo, le aparecieron más marcas de quemaduras en su cuerpo, casi no posee fuerzas para hablar como si sus cuerdas vocales le fallaran, y tiene dificultades para mantenerse de pie mucho tiempo y para no quedarse dormida. No comprende la razón de su estado demacrado, y lo que la abruma es que Dean parece ponerse más guapo cada día.

       Aunque le moleste ser solitaria, prefiere arrinconarse en la biblioteca para no ser vista por nadie. Siempre creyó que la sensación de soledad es un aguijón punzante, el cual amenaza con derribar al último granito de confianza del ser viviente. Incluso destruir a los que no viven, sino que existen por existir, sin que nada los altere para no llamarse a sí mismos débiles ya que sería la mayor deshonra. El deshonor de convertirse en humanos rotos, o de sobrenaturales corrompidos por sus propios demonios...o por su propia bondad.

De ese modo, se escondió del mundo detrás de las palabras aladas de los libros, que poseen un profundo don de guiarte hacia otra realidad. Otro lugar que es, penosamente, mejor que la dura vida. Aunque enfrentarla nos haga valientes, siempre elegimos la salida fácil.

          Abandona la biblioteca para concurrir a las clases de Crocs. Pasa tanto tiempo en ese sitio repleto de libros, que no aprendió absolutamente nada sobre los temas dados por su profesor. Reprobará sus exámenes, si continúa así. Jenna transita lentamente los pasadizos para llegar a su salón. Aparte de no tener las fuerzas como para aumentar su velocidad, no le agrada la idea de que Dean la vea tan destruida cuando él parece perfeccionarse con el tiempo. Muchos seres mostraron su preocupación por el aspecto de la indefinida...excepto su nuevo cuidador. El licántropo Thomas, quien fue asignado por el Consejo para protegerla, desapareció el primer día de trabajo. Una vez a la semana, se presenta en su departamento para preguntarle cómo se encuentra, luego desaparece hasta la próxima semana.

La caja de PandoraWhere stories live. Discover now