Si te amo, ¿a ti qué te importa? · [ JIKOOK ]

(10) Preguntas y comparaciones

Casi se tira la bebida encima cuando escuchó esa canción comenzar. Una sensación desagradable se extendió por todo su organismo e instantáneamente entendió lo que estaba ocurriendo. Ahora, haber ido a aquella fiesta a molestar a Jimin, a pesar de que sus dos amigos habían conseguido que incluso se lo pasara bien y desconectara un rato, ya no parecía tan buena idea.

Tomó aire y sus ojos no tuvieron que deambular por la habitación buscando, como si Jimin estuviera llamándolo en un tenue, pero intenso susurro, sus pupilas lo encontraron sin necesitar tropezarse con ninguna otra persona entre medias. Él ni siquiera le estaba mirando; pero esto solo duró un par de segundos, pronto levantó la cabeza y sus iris azules se encadenaron a su mirada, impidiendo a Jungkook apartar sus ojos de él.

"¿Por qué has hecho esto? ¿Qué significa esto?" Durante un instante cierta ilusión cálida y hogareña tentó la posibilidad de extenderse por su pecho y su cuerpo se movió por instinto propio, haciendo el amago de dar un paso en su dirección; no obstante, no se dio ese gusto. Apretó sus puños a ambos lados de su cuerpo y se contuvo, había algo en la situación que despertó todas sus alertas. Quizá fuera el aura de Jimin, quien lo observaba con gesto serio e implacable, con los ojos entrecerrados y la mandíbula tensa. ¿Qué significaba su expresión? Si lo había hecho con buenas intenciones por qué se mantenía ahí, al otro lado de la habitación mirándolo desafiante.

Hasta que las piezas cayeron en su lugar: estaba volviendo a reírse de él, ¿verdad? Sus labios se entreabrieron presos de la sorpresa. ¿Había llegado tan lejos? ¿En serio era capaz de usar aquella canción que había significado tanto para ellos, o al menos para Jungkook, para mandarle un mensaje secreto en una habitación llena de gente? Solo pensaba seguir mofándose de su inocencia aquella noche, ¿verdad? El odio que sentía por Jimin se avivó con una fuerza nunca antes vista y se instaló en su mirada de nuevo. No iba a permitirle aquello: si quería guerra, se la daría. Había recibido el mensaje y se prepararía para atacar. Cogió una bocanada de aire que se sentía cargado y quemó su garganta y toda ligera esperanza de que Jimin no fuera en realidad un absoluto bastardo. Cuadró sus hombros y pronunció aquellas palabras con todo el desprecio que le cupo entre los labios:

—Que te jodan.

Le lanzó una última mirada furibunda, se dio la vuelta y fue a buscar a sus hyungs. Necesitaba salir de ahí. Ya. 

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—Así que una lectura, ¿eh?

Jungkook estaba tumbado en su cama, balanceando sus piernas en el aire mientras se paseaba por su timeline de Instagram intentando relajarse un rato después de un par de horas de estudio.

Llevaba un rato deslizando cada publicación sin pararse a mirarlas realmente, normalmente los videos de animales juguetones, los tutoriales de maquillaje y las tartas con formas tan realistas que parecían ser objetos de verdad solían entretenerlo mucho más de lo que deberían, al menos durante una sesión de estudio. Continuó mirando su pantalla distraído hasta que aquel póster publicado en el perfil del Black Swan captó su atención