(11) Recuerdos para cambiar

191 29 0
                                    

Jimin volvió a dibujar el mismo par de labios en su cuaderno y después los volvió a adornar con el mismo lunar justo debajo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jimin volvió a dibujar el mismo par de labios en su cuaderno y después los volvió a adornar con el mismo lunar justo debajo. Quizá ya no se le diera tan bien encerrar aquellos pensamientos que le dolían bajo llave y pretender que no existían. ¿Por qué seguía cometiendo los mismos errores? ¿Por qué su vida parecía un ciclo? En realidad... si se ponía a pensarlo detenidamente, su vida siempre había sido cíclica. Sin embargo, antes los bucles se producían a diario: sus jornadas eran una y otra vez la misma; ahora parecía que lo que se encadenaban unos tras otros no eran insulsos días de trabajo sino problemas y errores. ¿Era él el error quizá? No. No debía pensar así. Aquel era el primer descanso que se había tomado en días y su primer instinto había sido volver a garabatear con ambos, dibujos y palabras, aquello en lo que se había prohibido detener sus pensamientos. No quería creer que tener sus días tan ocupados que no le quedara ni un segundo para divagar sobre él fuera la respuesta. Quizá tendría que tomar decisiones más drásticas.

No quería hacerlo. Sabía que debería, pero no... No estaba preparado y aun así ese estúpido pastel le obligaría a ello. No podía ser que siguieran ocurriendo "incidentes". ¿Por qué seguía permitiéndose aquello? Él era un estúpido pastel, nada más y nada menos y, sin embargo, mientras intentaba restarle importancia a todo aquello, comenzó a sombrear su pequeño boceto que adornaba la página sobre la que había escrito sus últimas líneas.

"Volver a saborear el café
que nadaba en tu aliento
habría sido demasiado amargo
aunque el primer sorbo
hubiera sabido a vainilla.

Me pregunto si no habría sido más fácil aceptar que quiero
que sigas desvelando..."

—¿Sobre qué escribías?

Sobresaltado, Jimin cerró de un golpe seco a Mein Traum.

—Sobre que soy adicto a la cafeína.

—Bueno, eso ya lo sabíamos. No necesitábamos que tuvieras una epifanía escribiendo —bromeó Daehoon mientras se sentaba en el brazo del sillón de Jimin.

—Ja. Ja. ja. Muy gracioso —replicó mientras se acomodaba contra la esquina opuesta del asiento para poder mirarlo a la cara.

—No te tomaría el pelo si no me mintieras —aprovechó para, en efecto, despeinarlo mientras le decía esto.

—No te he mentido, en realidad sí estaba escribiendo sobre café.

—Ahora lo llaman café.

—¿Qué quieres decir? —frunció el ceño.

Daehoon pensó que parecía adorable e infantil a la misma vez mirándolo desde abajo con ese gesto.

—Nada, nada.

—Ya... Sabes que no me gusta enseñar lo que escribo antes de que esté terminado —desvió la mirada hacia Mein Traum y comenzó a acariciar las tapas de forma distraída.

Si te amo, ¿a ti qué te importa? · [ JIKOOK ]Where stories live. Discover now