4. ➖ Los cambios ➖

2.9K 256 137
                                    

✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦

Adrien

Las pesadillas habían vuelto. Era como si se hubieran dado unas vacaciones y solo hubieran regresado, cosa que por supuesto no quería. Luego estaban esas pequeñas alucinaciones que hacía mi cabeza cada vez que estaba solo, cada vez que a mi alrededor estaba en completo silencio, luego estaba la parte de la oscuridad, no saben cuanto odio la oscuridad, se volvió mi enemiga por un largo tiempo, un tiempo que solo fue como otro infierno.

Mis noches se volvían días, mis días se volvían noches.

Todo estaba pasando de nuevo, era como si no hubiera mejorado, era como si todo lo malo solo se hubiera dado unas pequeñas vacaciones y luego regresó mucho mas activo que nunca.

Era como si todo el esfuerzo que había hecho antes solo fuera en vano y no hubiera servido de nada, porque todo estaba de regreso y me aterra, me aterra no volver a como era antes, me aterra que no pueda mejorar y seguir con mi vida. Quiero que mi vida vuelva a hacer como antes.

Todo esto es una ola de emociones que quiero desaparecer. Así que empecé a tomar doble pastilla para dormir. Sabía que no era lo correcto, pero no había otra opción, no la había.

Era eso o despertar a Harald cada noche. No pensaba en que fuera necesario decírselo, porque no era un problema tan grande, aparte que ese problema ya estaba solucionado con las pastillas, así que no tendría porque saberlo.

Un día me preguntó las razones del por qué estaba despertando tan tarde, más de lo normal. Le dije que tal vez sea porque estaba un poco cansado, él dejo el tema aún lado sin preguntar mucho más.

Me quité mi camisa y me vi en el espejo del baño de Harald, casi no lo hacía porque Harald me había dicho que no mirara mis moretones, rasguños, etc. Era para que no vinieran esos recuerdos de nuevo, yo le hice caso, hasta ahora.

Tenía un rasguño por todo mi brazo, sé de donde vino. Luego otras cicatrices por toda mi cadera, pero la peor de todas era la de mi pecho. La de mi pecho la odiaba, porque era la que mas se me notaba, la que más resaltaba, la que mas recuerdos me traía.

Tomé un poco de agua con mis dos manos y me mojé todo mi rostro. Harald tenía razón, no estoy listo para ver este tipo de recuerdos.

Me dispuse a vestirme y a salir un rato de la habitación de Harald, hoy, antes de la sesión numero 4 con la psicóloga, estaba pensando en hacer algo con Frederick y Gloria, hace algunos días que no nos miramos, los dos por trabajo y yo porque... porque ahora mismo no estaba en mi disposición como para hablar de mi carrera. Frederick es mi guardaespaldas personal, que aparte de solo cuidarme, era como el típico papá que quiere protegerte y el típico papá que ha estado aguantando mis rabietas cuando algo no salía como a mi me gustaba, o cuando no dejaba hacer lo que yo quería hacer, como, por ejemplo, saltarme esas vallas horribles que ponían los oficiales separándome de mis fans, para divertirme un poco con ellos y tomarnos fotos. Él no me dejaba porque siempre había demasiados y a veces las personas se escandalizaban un poco.

Pero ahora...

Ahora esta ayudando a mi padre, de guardaespaldas en lo que yo retomaba mi vida, o como decía Harald: en lo que sanaba. Así que ahora casi no lo veo.

Luego estaba Gloria, que pasa lo mismo con Frederick, los dos están esperando a por mí, listos para retomar mi vida y listos para volver a como éramos antes. Gloria maneja mi vida, pero no de la manera mala, al contrario, sin ella estuviera ahora mismo perdido en algún rincón. No sé nada de la disquera, no sé nada sobre los premios, no sé nada sobre los planes que tenían preparado para mí en este año y tampoco sé que le paso a mi equipo de trabajo y tampoco sé nada sobre mi banda. Es como si esa parte de mi vida estuviera desapareciendo y no me estuviera dando cuenta, es como si esa parte de mi vida se estuviera alejando con cada día que pasaba.

Los dos Príncipes. [part 2]Where stories live. Discover now