Los dos Príncipes. [part 2]

31. ➖El tiempo➖

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Harald

2 de octubre. Un día en el que todo cambió.

¿Tiempo? Nunca hay tiempo. Si dices que tienes tiempo y lo dejas para otro día, no es cierto, jamás lo hay. El tiempo es imposible de ser definido.

Nunca sabes cuando todo se vendrá abajo, tu futuro, tu felicidad, todo, absolutamente toda tu vida, vendrá abajo, por eso dicen que siempre hay que disfrutarla, porque el tiempo, desaparece siempre en el momento más inesperado.

Comparte, sonríe, vive, vive todo lo que puedas, quiérete y sé feliz. Sé feliz con las personas que tienes ahora a tu alrededor, porque nunca sabes cuando desaparecerán, y te arrepentirás, te arrepentirás de nunca haber pasado el suficiente tiempo con ellos. Se irán algún día y sentirás ese vacío en tu pecho que no te dejará dormir, porque después de verlas partir, nunca será lo mismo.

Y el arrepentimiento, ese sentimiento que se viene después, hace que tu dolor sea grande. Más grande de lo que esperabas.

Una noticia hizo que mi familia se desmoronara, que mi futuro cambiara, y sabía que esto algún día ocurriría, pero no así, no de esta manera.

No en un octubre, donde la lluvia regresa, donde el frío se hace presente, donde el color naranja de los árboles se vuelven oscuro y aterradores. Pensamos que sería otro mes más dónde reinaría la felicidad, donde veríamos a los niños disfrazados con el disfraz más espeluznante, y donde los dulces serían repartidos entre ellos, un mes de fiesta, se ha vuelto en un mes de tristeza.

Inglaterra estaba de luto. No había luces, no había fiestas, cualquier tipo de festividad había sido cancelada, porque en un día tan negro como este, no había forma de hacer que alguna luz ilumine el vacío que nos ha dejado esta pérdida.

El palacio de Buckingham jamás había estado tan apagado.

El tiempo se nos había acabado.
Todo está aquí ahora.
Dolor. Si. Dolor.

02 / octubre / 2020
Papá.

—Harald...— Adrien trató de detenerme.

—Déjame solo.— cerré la puerta de mi oficina con fuerza no dejando pasar a nadie.

Mi cuerpo se dejó caer lentamente contra la puerta haciendo que resbalara y cayera al suelo rindiéndome. Porque no podía seguir manteniendo mi cuerpo de pie.

Nos has dejado un vacío. Nos has dejado con un fuerte dolor. Nos has dejado con todas las responsabilidades posibles. Nos has dejado.

Un nudo en mi garganta, este se hacía más fuerte con cada lágrima que caía de mis ojos. La lluvia era testigo de cada llanto, de cada suspiro, de cada enojo con cada uno de nosotros.

Perder a alguien importante en tu vida se siente como si todo lo de tu alrededor solo cayera lentamente. Destrozando cada parte de tu vida, destruyendo una parte de ti para no volver a ser la misma persona de siempre.

No sabes que hacer, porque nunca te habías puesto a pensar que pasaría si esa persona ya no estuviera en tu vida, ¿Qué pasaría si la persona que me ha dado la vida desapareciera para siempre? Dejándome solo. Sin nada. Dejándome sin saber nada de la vida, sin sentirme preparado, sin saber qué hacer, dejándome con este dolor en mi pecho.

Dejándome todo lo que tenía. Su vida. me la ha dejado a mí.

—¡Por qué me dejas solo!— grité desesperado.