𓏲 Capítulo 19

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Vacaciones, vacaciones, vacaciones.

Era lo único en lo que Chaeyoung podía pensar en esa no tan soleada mañana mientras se encaminaba hacia su escuela a paso lento. No es que tuviera algo en especial que hacer, pero la idea de despertar tarde sin tener que ver el rostro de sus profesores era algo que lo emocionaba más de lo que debería, muy tentador. Quizás estaba siendo exagerada puesto que no ha tenido problemas con sus profesores, sin embargo, recordar el montón de tareas que siempre les dejaban, causaba que los odiara cada vez un poquito más.

Caminó con total cansancio hacia su salón, casi arrastrando su mochila en su mano derecha sin importar cuántas personas a su lado se golpeaban a su paso. Había pasado junto a Mina toda la noche y lograron dormir hasta altas horas de la madrugada, y no precisamente haciendo cosas que realmente le hubieran gustado hacer estando a solas, no, ni por cerca.

Su adorada y preciada novia no quiso hacerle las tareas esta vez, sino que Mina volvió a sugerir explicarle los ejercicios para que ella mismo los hiciera, ¿cómo se atrevía? Frunció el ceño ante su propio pensamiento, incluso trató de seducirla con besos y toqueteos para que cediera, pero nada funcionó, ni siquiera cuando le ofreció el mejor oral de todos, a lo que Mina respondió que, aunque no aceptara la oferta en ese momento, tarde o temprano le haría el oral de todas formas.

Maldijo a Mina en voz baja por conocerla tan bien y por tener tanto control sobre sí misma para resistirse a sus métodos de seducción, sabía que Chaeyoung era una caliente hormonal que no podría mantenerse en abstinencia, así que no le quedó de otra más que simplemente hacerle caso y ponerle atención, porque de otra manera no habría terminado sus tareas.

Cuando por fin terminaron, el reloj marcaba las tres de la mañana, las dos estaban demasiado cansadas y frustradas, en especial Chaeyoung, pero viendo el lado bueno, había aprendido a resolver los ejercicios y de seguro tendría una muy buena calificación. Al terminar, tuvieron la intención de desestresarse con una buena ronda de sexo, sin embargo, tan pronto se recostaron sobre la cama, cayeron dormidas con la rubia casi sobre su novia en una cómoda posición para ambas.

Ah... Chaeyoung, no puedes enojarte con Minari...

— ¡Chaengie, Chaengie, Chaengie~!

Salió de sus pensamientos al escuchar su nombre para enfocar la mirada en la persona frente a ella que la llamaba con tanta emoción.

— Buenos días, Chewi — la saludó con una contagiosa sonrisa, enderezándose para poner la mochila en su hombro.

— Toma, te traje esto en caso de que no hayas desayunado — sacó de su mochila un pequeño paquete de galletas y se lo extendió, esperando no verse como una intensa de dobles intenciones, porque no quería dar esa impresión.

Chaeyoung aceptó las galletas con mucho gusto, agradeciéndole por tal detalle ya que efectivamente, no había tenido tiempo para desayunar luego de despertar un poco tarde gracias a los gritos de la madre de Mina al otro lado de la puerta, juraba que un día esa señora le daría un infarto.

— ¿No has dormido? Tienes cara de que no — rió Tzuyu , tomando un sorbo de su jugo de naranja.

— No he dormido mucho la verdad — negó con la cabeza — De seguro me veo fatal, siempre me veo muy mal cuando no he dormido bien o he llorado mucho, no sé qué les pasa a mis ojos que se hinchan demasiado — hizo un puchero mientras presionaba sus propias mejillas, quejándose.

— Te ves muy bonita — se detuvo de golpe al escuchar su propia voz diciendo esas palabras, recién dándose cuenta de que no solo lo había pensado, sino que lo había dicho en voz alta — Es decir... Siempre te ves bien, no te ves tan mal — se corrigió rápidamente al ver el sonrojo en las mejillas de la coreana, escuchándose demasiado obvia y nerviosa.

❝ Forbidden ❞ || MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora