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— Al final, Sana aceptó que han estado saliendo desde hace un mes.
— ¿Un mes?— Chaeyoung asintió — ¿Cómo no lo notamos?
— Ustedes no, yo si — sonrió divertida, abrazándose más al torso de su novia, sintiendo las suaves caricias que ésta proporcionaba en su cabello — Comprendo que haya esperado tanto para decirnos, de seguro, Sana estuvo insegura.
— Así como yo lo estuve, y Jeongyeon, y Dahyun...— rió cortamente, escuchando la suave risa de la menor también.
A Mina jamás se le cruzó por la cabeza que en algún momento terminaría enamorándose de su mejor amiga, mucho menos creyó que sus amigas descubrieran que podían enamorarse de una chica también, el ambiente en el que crecieron, la educación en el colegio, incluso las influencias de las personas a su alrededor, fueron factores para reprimir toda oportunidad de experimentar y de descubrir libremente sus verdaderos gustos. Tener otro tipo de influencias logró que, poco a poco, se permitieran a sí mismas tener otro tipo de visión en cuanto a cómo se sentían al respecto.
Chaeyoung y sus amigas nunca fueron una mala influencia, jamás las obligaron a nada, tampoco hablaban mal de su religión, simplemente las dejaron ser libres, algo que nunca habían intentado por miedo a ser juzgadas, y fue un gran alivio para ellas encontrar personas que las aceptaran tal y como eran, y no específicamente hablando de sus preferencias sexuales, sino que también respetaron su forma de vida, incluyendo a sus familias que siempre tenían algo malo para decir en cuanto a esos temas.
Y estaban agradecidas porque nunca las forzaron a olvidarse de sus propias creencias, porque sea como sea, eso también era parte de ellas.
— Por cierto, ¿hablaste con tu madre?
Mina suspiró pesadamente e hizo un sonido de afirmación, preguntándose si había hecho bien con las decisiones que tomó al respecto.
— Fue extraño. Creo que solo habló conmigo porque Jihyo le dijo que lo hiciera — sonó desinteresada, como si realmente ese hecho no le doliera, pero la realidad era que si le afectaba hasta cierto punto — Aún así, creo que las cosas quedaron claras.
— Al menos tuvo la intención — la miró, notándola un tanto desanimada, y no era para menos, sabía lo mucho que el tema le afectaba.
— Tal vez — dudó — De todas formas, ahora sabe lo nuestro y sabe que no aceptaré sus amenazas o manipulaciones.
— ¿Hablas en serio? — se sorprendió, elevando sus cejas ante eso — ¿Qué dijo?
— Fue sincera, dijo que no estaba de acuerdo, que tardaría en procesarlo y que le tuviera paciencia, así que supongo que no va a interponerse.
— Eso es... Sorprendente. De todas formas, me sigue dando miedo ir a tu casa con ella ahí.
— Lo sé, aunque creo que lo ideal es que fueras de vez en cuando, ya sabes, para que se acostumbre a verte ahí — sugirió con normalidad.
