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Primer día de viaje

Me remuevo en la cama cuando suena la alarma que Jayden puso para que no nos quedemos dormidos y visitemos algún lugar hoy.

Jayden ya está despierto y sale del baño mirándome.

—¿Por qué no apagas la alarma? —pregunta dejando un beso rápido en mis labios, tomando su móvil y desactivando la alarma.

—Es tu móvil, no me parecía correcto tocarlo sin tu permiso —digo levantándome de la cama y pasando mis manos por mi rostro.

—¿Por qué?

Me quedo callada, no quiero recordar.

—Heather...

—No lo sé, solo se siente como invadir tu privacidad —me encojo de hombros entrando al cuarto de baño después de tomar unas cosas de mi maleta para tomar una ducha rápida.

—No debería de ser así, entonces —dice mientras entra al baño y yo me desnudo para meterme en la ducha—, sabes que hay confianza y que no me importa que tomes mi móvil, castaña.

No digo nada y sigo duchándome mientras oigo a Jayden salir del baño. Cuando termino de pasar la toalla por mi cuerpo, salgo a la habitación y me visto con un vestido veraniego simple con algunas florecillas adornándolo, me llega hasta las rodillas, pero tiene una abertura en el muslo izquierdo, es muy lindo.

Jayden me mira con atención mientras paso el vestido por mi cuerpo.

—¿Qué pasa? —pregunto mientras pongo las sandalias de tacón pequeño en mis pies.

—Te veo diferente... —deja que lo que dice flote entre ambos y frunzo mi ceño.

—¿Diferente?

—No lo sé, hay algo, pero no sé qué es.

Camino al espejo de cuerpo completo que hay en el closet de la habitación y me quedo mirando mi cuerpo, frunzo mi ceño al no ver nada cambiado en mí, o al menos eso creo, no me veo diferente.

Jayden se acerca detrás de mí y se ubica junto a mí. Mira el espejo con atención y suspira.

—Quizás solo soy yo.

—No lo sé, pero no veo nada distinto.

—Yo si —murmura—, espero averiguarlo pronto o quizás solo son ideas mías —besa mi mejilla y toma mi mano— Salgamos para que no se nos haga tarde —asiento y lo sigo.

Bajamos por el ascensor y entramos a uno de los restaurantes que tiene el hotel y nos ubicamos en una mesa, veo el lugar que es muy bonito y tiene un ambiente muy tranquilo.

—¿Qué quieres de comer? —pregunta Jayden mirándome.

Me encojo de hombros.

—¿Qué pedirás tú?

Me señala un nombre raro de la carta y asiento diciéndole que para mí lo mismo.

—¿Quieres vino o algún trago?

—Agua está bien —el asiente y un hombre en traje no tarda en llegar y apuntar nuestro pedido para volver a retirarse segundo después.

Hoy especialmente no me estoy sintiendo del todo bien, el dolor de cabeza persiste, pero no es tan grave como para decirle algo a Jayden.

Después de unos largos minutos llega una mujer con los platos y los deja en la mesa mientras menciona el nombre de lo que hemos pedido, nos desea una buena noche y se retira.

Miro el plato y sonrío al ver las verduras con el pollo salteado y alguna salsa dulce bañándolas.

Bien, ahora este tipo de platos tienen nombres muy raros al parecer.

Quizás algún díaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora