28

1.4K 105 23
                                    

Segundo día de viaje

Hoy hemos salido desde muy temprano ya que tenemos que llegar al puerto de donde partirá el crucero, tenemos que llegar al menos con una hora de anticipación para poder realizar todo lo que tenemos que hacer antes de que el viaje comience.

Estoy muy emocionada, demasiado. No puedo creer que estoy pasando estos momentos tan lindos junto a Jayden, quien toma mi mano mientras entrega los boletos de embarque y nuestros documentos de identificación para que nos puedan dar la tarjeta de nuestra habitación, el lugar es enorme, jodidamente enorme y hermoso.

Un hombre joven y muy amable nos guía hacia la cual será nuestra habitación y nos explica algunas cosas. La atención, la seguridad, en caso de emergencia y otras cosas que no escucho mucho ya que me centro en la hermosa vista que hay desde la habitación que tenemos.

—Es hermoso —digo mientras siento las manos de Jayden pasar por mi abdomen, me tenso inmediatamente y ni siquiera entiendo porque, intento que no sé de cuenta y lo logro así que respiro y apoyo mi cabeza en su pecho.

—¿Te gusta? —pregunta.

—Me encanta.

Doy media vuelta y paso mis brazos por su espalda, apoyando mi cabeza en su pecho y sintiendo su exquisito perfume.

Sus manos bajan por mi cuerpo tocando mi cintura y mi cadera en el camino hasta llegar a mi trasero, sus manos se aferran a esta parte de mi cuerpo y un jadeo escapa de mis labios.

—¿Sabes Jayden? Creo que es un buen momento para estrenar la cama —ni siquiera me avergüenza decirlo, sus toques me calientan tanto que no estoy para sentir vergüenza de querer algo, aquí y ahora.

—Eres una pervertida, castaña —dice antes de tomarme de la mano y dejarnos caer en la cama, su cuerpo choca con el mío mientras me desprendo de su camiseta y él quita la mía junto a la falda que cubría mis muslos.

• • • • •

—No me subo ahí ni loca —digo negando con la cabeza mientras Jayden intenta convencerme de subir al tobogán que lleva a la piscina central del crucero— Jayden eso es gigante, me voy a matar cuando caiga al agua.

—Claro que no —ríe—, mira que se ve divertido.

—Pues primero súbete tú.

—Si me subo, te subes —ni siquiera lo pregunta, lo afirma, así que entrecierro los ojos en su dirección mientras él toma mi mano sonriendo y haciendo que caminemos hacia la fila para subir, no hay mucha gente así que no tardamos mucho esperando.

—Cómo que estas muy contentito ¿No? —digo al ver que en ningún momento se le borra la sonrisa que tiene en sus labios.

Se acerca a mi oído y susurra.

—Nuestros polvos mañaneros me ponen de buen humor.

Muerdo mi lengua mientras me sonrojo y oculto mi rostro en su pecho.

—Eres un idiota —mascullo.

Una mujer que es la que está atendiendo la atracción le sonríe a Jayden mirando su torso desnudo, enarco una ceja mirándola y cuando nota mi presencia voltea su mirada a otro lugar rápidamente mientras pone unas pulseras en nuestras muñecas y nos pide que esperemos que los niños que se acaban de tirar lleguen a la piscina. Lo hacemos pacientemente y cuando llega la hora de que nos sentemos, niego apresuradamente.

—Jayden me voy a morir de un paro cardiaco si bajo por aquí —digo intentando retroceder.

—Claro que no, venga vamos.

Quizás algún díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora