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—Ya dije que no Jayden, aún no es el momento.

No ha pasado ni una hora y Jayden ya está insistiendo en que quiere que vivamos juntos con nuestros hijos.

—Por favor, nada me haría más feliz ¡Ellos también quieren!

—Jayden —suspiro—, escúchame. 

—Dime.

—Tenemos que esperar, no podemos cambiar todo de un momento a otro, tenemos mucho tiempo ¿Sí? Podemos esperar.

—Pero...

—Jayden —lo detengo.

—Vale —alza las manos en señal de rendición.

—Apresúrate que tenemos que llegar a la empresa —hace un rato dejamos a los casi copias en la escuela y regresamos a el apartamento de Jayden ya que él había olvidado unos documentos.

Después de un rato estacionamos el auto y bajamos juntos, mis manos sudan al darme cuenta que vamos a entrar juntos a la empresa, de un momento a otro todos lo sabrán y...

—Mejor entremos por separado.

—¿Eh?

—Si... será lo mejor, así evitamos los comentarios y...

—Castaña, no vamos a entrar por separado, me importa una mierda los comentarios que quieran decir.

—Pero... —no termino de hablar porque su mano sujeta la mía y hace que ambos caminemos entrando a la empresa, es imposible no sentir las miradas de todos, Jayden acomoda su traje y siento como mi corazón se acelera— Todos... todos nos están mirando —susurro.

—Que miren. Jamás podrán igualarse a nosotros, estamos en otro nivel. Uno mucho más alto que el de ellos, uno que no podrán tener jamás.

Niego divertida.

—Tienes ese ego muy alto.

—Tengo a la mujer más hermosa del jodido universo a mi lado ¿Cómo no tendría el ego alto?

—¿Eso le has dicho a todas?

—Eres la única mujer a la que me interesa halagar.

No digo nada, pero una sonrisa tonta se dibuja en mis labios.

Cuando estamos por salir del ascensor mi cuerpo se paraliza al ver a Asher. Ay no, aun me avergüenzo de lo que pasó con él. 

—Yo... yo tengo que ir a hablar con Agus —le indico a Jayden.

— Yo tengo que ir a hablar con los socios del proyecto, nos vemos en un rato castaña —antes de que diga algo siento sus labios sobre los míos—. Te amo.

Asher nos mira con el ceño fruncido y yo solo acaricio la mejilla del rubio.

—También te amo —una gran sonrisa se despliega por su labios y eso es suficiente para saber que tendré un gran día.

—Buenos días Asher —lo saluda Jayden con tono burlón.

—Buenos días Heather —lo ignora y me saluda a mi.

Carraspeo.

—Buenos días.

—El señor Black está preguntando por ti, dice que necesita hablar contigo.

—Justo para allá voy, gracias por avisar.

—No hay problema, nos vemos luego —se despide levantando las cejas y se va con una expresión de molestia.

Quizás algún díaWhere stories live. Discover now