9.Tan cerca de ella

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Alessandro Moretti.

Golpeaba el saco de boxeo una y otra vez,el sudor me corría por mi piel,eran apenas las 6 de la mañana,no había podido dormir,así que descargaba mi malestar con el saco.

Los rusos habían creado caos en mi calles,y eso me ponía de los nervios pero debía acatar el plan que había echo durante mucho tiempo,está todo planificado.

Pero eso no quería decir que me entrara tanta rabia,al ver que ellos se creían que se estaban haciendo de territorio,no más no sabían que todo tenía un porque.

Ahora debía estar más atento a lo que pasaba por mi ciudad,así que mi móvil no paraba de sonar, informándome de todo,como debía ser al ser el Don.

Pero ahora lo hacían más a menudo,por seguridad y porque no sabía lo que podía esperar del maldito Underboos.

Víktor.

También esperaba saber algo de esa chica ,Azul la llamaba en mi mente,mis hombres no habían conseguido nada de ella,era como un puto fantasma.

Eso también me ponía más nervioso,por eso una y otra vez durante dos horas ,golpeaba el saco y descargaba mi furia.

¿Donde estarás Azul?

Vi aparecer el sol por los grandes ventales del gimnasio,era hora de empezar el día.

Subí hasta mi habitación en la última planta de la mansión,y me diriji a la ducha directamente.

Cuando el agua empezó a caer por mi cuerpo y cerré los ojos ,saque un gemido de satisfacción,mis musculos se relajaron,y en mi mente aparecieron unos ojos verdes tan impresionantes,que me envió un cosquillas por mi vientre.

Mi polla se puso dura,como cada día en estos tres días que no podía haber dejado de pensar en ella,era inusual,ninguna chica me causaba tal efecto.

Me rendí como había estado haciendo en este tiempo,baje mi mano y cogí mi polla con fuerza y bombe una y otra vez, pensado en su boquita alrededor de la mi polla, chupando con esmero, mientras yo retorcía su pelo azul en mi mano,enviando mi polla hasta el fondo de su garganta.

Gimiendo,me imaginé como seria ver sus ojos llorosos por la fuerza con la que me follaria su boca.

Me dolía tanto la polla,como ninguna vez me imaginaba ponerla sobre los azulejos,y embestirla por detrás una y otra vez mientras que le susurraba,lo rica que estaba.

Mi cuerpo se puso tenso,y sentí como mi mano iba más rápido ,apoye mi mano en los azulejos,casi perdí la estabilidad, cuando en un gemido ronco llene de mi semen toda la pared,cerré los ojos y respiré.

¡Ojalá estuvieras aquí, muñeca!

Termine de lavarme,y enrolle una toalla a mi cintura,y salí hacia mi vestidor,pero de mientras una vez más mi teléfono sonó ,y esta vez era un gran amigo de la infancia,Antoni.

Una de las pocas personas en las que confiaba para poner mi mano en el fuego.

Cogí el teléfono y lo puse en altavoz.

-Dime-repondi.

-Oye,se dice hola buenos días,como estás -dijo burlón.

-Al grano, Antoni.Tengo prisa-respondi a su comentario.

-Vale gruñón,un consejo antes de decirte,creo que deberías tener una buena ración de sexo para calmarte los humos¿ no?-gruñi,estaba perdiendo la paciencia-vale,calma fiera.

Me empecé a vestir con un traje negro mientras se dignaba a contarme lo que quisiera.

-Como has ordenado que te dijeramos si habíamos visto algo raro y inusual por la llegada de los rusos a la ciudad,pues creo que tengo algo que contarte-dijo con voz sería.

Samara (+21) Where stories live. Discover now