Samara (+21)

28.Su seguridad

Alessandro Moretti.

Dos días sin verla,sin poder tocar su piel,me hacen volver a sentir rabia dentro de mi.

Se que debe estar mal por mi ausencia,pero no podía estar con ella en ese momento y explotar delante de ella.

Necesitaba descargar mi furia contra los rusos.

La fiesta no sirvió mucho por mi culpa,esa trampa que les estaba poniendo se fue a la mierda,pero tampoco es que me afecte mucho ya que se cómo volver a recomponer el plan.

Ahora se dice por las calles que el Diablo ha matado a cada ruso de la ciudad por tocar a la nueva reina.

Es verdad,cuando salí de casa dejando a Marcus para su cuidado,pase por cada club y bodega de Silicia matando a los pocos que no huyeron,luego pase a cada ciudad de Italia.

He puesto más vigilancia en las fronteras,solo hay que cambiar de plan para tener a Víktor otra vez en mis manos.

Lo pude haber matado en ese mismo instante que me dijo que había destruido a Samara,pero en ese momento tanto como ahora,se que el merece una muerte acordé al sufrimiento que ha provocado,por eso lo deje escaparse.

Porque él va a sufrir cada lágrima que derramó esa noche mi muñeca. Lentamente y pagando con su misma moneda.

Ella no debería haber sido la que hubiera pagado su venganza,a ella no le debían quitar su inocencia tan pronto.No debería haber sufrido por un padre que no se responsabilizo de sus actos y dejo que su hija los pagará.

Pero de el me ocuparé también,estoy buscandolo en España,pronto tendré noticias.

Él lo va a pagar, suplicara para que acabe con su vida.Igual que ciertas personas suplicaran,uno tras otro.

Mi cabeza da vueltas,me doy una mirada a mi ropa todavía llena de sangre, suspiro apenas he podido controlarme hace unas horas ,mi estado sádico no se ha disipado de mi mente por completo,pero intento concentrarme en lo que ahora me importa.

Antes de volver a casa,para poder estar con ella,debo hablar con Oscar por eso estoy aquí,en su casa,para tener una conversación que hace años debimos haber tenido,porque ahora es un poco tarde.

Se que debo escucharlo,además de un hombre que trabaja para mí es mi amigo,y alguien importante para Samara.

Me da una copa de bourbon,y se sienta enfrenté mia,espero que hable tranquilamente cerrando los ojos y saboreando el trago.

Todavía siento en mis labios, el pequeño beso que me dio antes de irme de su lado,sus labios sabían a chocolate,tan dulces que casi me resultó imposible apartarme.

Pero ella no me merecía en ese momento,antes de poder disfrutarla como quiero, necesito garantizar su seguridad.

—Si estás aquí es porque ya te has enterado de la verdad—dice con un tono nervioso—es hora de que te la cuente.

Pasan unos minutos,hasta que el empieza a hablar.

—Cuando llegué aquí tenía pocos contactos,pero sí tenía una orden del que fue mi amigo y socio durante toda mi vida,Pablo Mendoza—el abuelo de mi muñeca.

Samara me ha hablado mucho de él,así que se quien fue y lo feliz que hizo a mi reina.

—¿Cuál fue la orden?—le pregunto aún sin abrir los ojos.

—Que encontrará a cada uno de los responsables del sufrimiento de Samara y los hiciera pagar por todo lo que ella pasó.

—Por eso todos estos años,a ciertas personas me has pedido exclusivamente torturarlas ¿no?.