Samara (+21)

18.No te escondas mas

Hacia un rato que ya era de día,pero nadie entraba a la habitación, y estaba bastante nerviosa,por lo cual había decidido hacer algo,para distraerme,así que mire a la puerta del baño que estaba entreabierta.

Necesitaba una ducha,y empezar a moverme,tanto tiempo en una cama me quitaba la poca vitalidad que me quedaba.

Debía ser sigilosa,por lo que manipule la máquina de los latidos de mi corazón,puse una misma secuencia y me quite del cuerpo todos los parches.

Me quite la vía,como siempre no nací más bruta y empezó a salirme sangre,estaba siendo sigilosa pero está haciendo un desastre.

Cuando paro algo la sangre,me intenté levantar, falle en el intento porque me mareé tanto que casi me caigo.

¡Joder Samara no hagas ruido!

Me dije mentalmente,sabía que con cualquier ruido ya está comprobado que iba a llenar la habitación de hombres armados,si se tomaban enserio mi seguridad.

Vi en la esquina que seguían las mismas bolsas,que trajo anoche Marcus,y como curiosa que soy me voy acercando lentamente , apoyándome en la pared.

Noto que el camisón amarillo que llevo,es demasiado feo así que espero que haiga ropa en esas bolsas.

Me agachó y casi me caigo pero logró apoyarme en la pared y caer al suelo recostada en la pared.

En las bolsas hay bastantes productos de higiene y para mí cabello ,muy buenos la verdad,hay un champú de coco.

Como no,el es el rey de esta ciudad y asquerosamente rico,pero debía reconocer que hacía mucho tiempo que no utilizaba estos productos.

Mire en la otra bolsa,había unos pantalones de pitillo negros y una camiseta de tiras azules que parecía de seda,se nota que me ha investigado más de lo que pensaba.

También hay una chaqueta de mezclilla negra,pero esa no la utilizaría ,me podría mi chaqueta.

También note que había un conjunto de lencería azul cobalto, esto debía ser una broma.

Me reí por no romper en su cara la lencería.

•

Al cabo de un rato me había duchado y vestido complemente,me costaba mucho por la debilidad de mis huesos,mientras me terminaba de poner mi chaqueta,escuché voces fuera de la habitación.

—¿Donde está? Cuando te llame me dijiste que está dormida—sono una voz que ya era conocida para mi, Alessandro ,lo mire por la ranura de la puerta que quedaba abierta,iba vestido todo de negro con su pelo suelto.

Esta para comérselo.

—Señor así era,a lo mejor está en el baño—dijo Marcus.

Me reí porque se notaba que estaba perdiendo la paciencia,y no me convenía,así que salí lentamente apoyándome en la pared.

Caminé hasta la cama,pero él se acercó rápidamente a mí y me inspeccionó de arriba a bajo y saco un suspiro.

—Solo me he duchado,y he utilizado la ropa que me has traído para sentirme más cómoda—le digo intentando caminar pero él se pone delante.

—Podrias haber llamado a una enfermera para que te ayuden,estás muy débil y apenas puedes mantener en pie—me dice con voz dura,parece que lo estoy llevando al límite solo con esto.

¿Que me quedará más por descubrir de ti?

—He podido sola y no he necesitado ayuda.Puedes apartarte antes de que pierda la paciencia—le digo mientras le rozó con la cuchilla que le he robado en un instante,se la clavó un poco en su abdomen sin dejar de mirarlo.