40.Tregua

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Estaba haciéndome una trenza, mientras miraba por el espejo como se duchaba Alessandro,era una ocasión como otra para poder admirar su cuerpo.

Ojala pudiera disfrutar en estos momentos de su cuerpo como en las últimas horas,pero se que debemos acudir a un reunión y no puedo desconcentrarlo.

Necesita estar tranquilo y con mente fría,si nos dejamos llevar por el deseo no saldrá nada bien.

Por eso me concentro en terminar mi trenza,y dejar que mis pensamientos vuelven hacia otro lugar que no sea su cuerpo.

Según me contó ayer,el Boss de la mafia rusa a solicitado vernos a los dos.

Un poco raro que haya pedido verme a mi también según me ha expresado Alessandro.

Eso es algo que le pone intranquilo aunque haya repasado cada cosa que puede pasar en esta reunión,mi seguridad o una posible trampa,está en un estado de alerta máxima que me preocupa.

Pero se que él es un experto en manejar situaciones así,le dejare su espacio para que recupere la calma que lo caracteriza.

Le doy una última mirada y salgo del baño,camino a mi antigua habitación,paso las puertas de mi vestidor y cojo mi chaqueta.

Me miró al espejo, y creo que voy preparada para la acción si se da el caso,botas de combate, pantalones negros muy ajustados,con una camiseta negra de rock,además de mi chaqueta.

Cojo también la glock CZ 75 que está echa exclusivamente para mí,la pongo en la parte de atrás de mis pantalones.

Se que Alessandro junto a los muñequitos en ningún momento me pondrán en riego para tener que usarla,pero necesito sentirme empoderada.

Debo dar una imagen digna al ser la mujer del Don de la mafia siciliana.

Es una de las cosas que me ha contado Alessandro en las últimas horas ,mientras que intentaba relajarse dándome placer.

Un poco contradictorio,ya que yo debería darle placer a el para que se relajara,pero todo lo que nos rodea y lo que hacemos,es único como nosotros.

Sonrió como una boba,al recordar esos momentos,en los que yo disfrutaba del placer que el me daba.

Se calma cada vez que me he delirar de placer, extraño pero me encanta.

No es que se me haya quedado mucho en la mente de esas conversación en mitad de un orgasmo,ya que su boca hacia maravillas con mi cuerpo.

Pero si se que su padre y el Boss,tenían un tratado de paz,que el Underboos lo jodió cuando se hizo cargo de la Bratva.

Se supone que esto no tendría que ser una trampa,al Boss le ayudaría que acabáramos de una vez con Víktor,para recuperar Rusia y volver a tener el poder de antes,pero nunca se sabe en este mundo lo que se puede esperar.

Salgo de mi habitación y camino hacia la planta baja sin pararme en la habitación principal,lo dejaré tranquilo para que se vista y repase otra vez el plan como se que hará.

Camino por el pasillo con dos muñequitos a mis espaldas,como siempre,ya les tengo hasta cariño.

Son como una pared de protección,no hablan y simplemente han sido entrenados para protegerme.

Suspiró y sigo caminando,y dejando de pensar en estas cosas que son claramente para calmarme.

Yo también estoy nerviosa,por eso antes de salir quisiera relajarme un poco,así que camino directamente a mi sala favorita de la mansión.

Me siento en el banquillo,y empiezo a tocar mi canción favorita.

Mis dedos se mueven con fluidez,dejando el nerviosismo en la melodía que estoy tocando.

Samara (+21) Where stories live. Discover now