CAPITULO 24

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CAPITULO XXIV

Los días pasaron rápido y no fueron para nada malo. El día después que llegó Dean, fuimos a cenar mi familia, mi novio, Josh y yo a un restaurante árabe cercano. Josh y Dean se hicieron muy amigos a las horas y este me dejó de coquetear; al día siguiente asistimos todo el día a una reunión sobre todas las empresas, y en la noche decidimos por ir a cine y luego comer.

Mi padre estaba más que feliz por ver cómo nos llevábamos todos durante estos días y sobre todo porque recuperó el dinero que le había robado el padre de Dereck a peso de la ley.

Desde el día de la piscina no supe sobre Dereck y Shayna, y mejor que fue así, no quería dañar los pocos días que estaba lejos de casa y podía relajarme.

Llegamos ayer al medio día del viaje, le entregamos a Less todo lo que compramos entre mamá y yo para el bebé, además de varios regalos para ella y Christian, al igual que para Sam, Chloe y todos los empleados de la casa.

Hoy, el partido del equipo del dios griego y mi hermano fue demasiado interesante, mi padre gritaba hasta mas no poder, al igual que Christian y mi madre. En cambio, Less solamente aplaudía mientras Chloe hacía ruidos con una bocina; yo estaba saltando y a la vez gritando.

A varias chicas se les notaban los celos al verme con la camiseta que tenía el número de Dean, "¡abran paso perras que ha llegado la dueña de todo eso!", decía Chloe bromeando.

En cuanto a Penélope, como es la capitana del equipo de porristas estuvo muy cerca de Dean, lo cual me molestaba algunas veces, pero confiaba en mi novio y sabía que no se rebajaría por más coqueteo que le hiciera esa cuatro patas.

El equipo ganó y era celebración por todos lados, apenas dijeron que había terminado el encuentro Dean corrió hacia mí y me besó como si no lo hubiese hecho en años. La celebración es hoy en casa de la fraternidad del equipo, pero no podemos asistir por el compromiso que tenemos hoy en el club. Igualmente, no me gustan las fiestas de la preparatoria, llega un momento en donde se ponen demasiado pesadas.

En este momento nos encontramos en la fiesta de socios, nada del otro mundo, parejas hablando sobre sus grandes riquezas. Chicas plásticas en busca de una aventura de una sola noche, señores hablando sobre habanos y whisky, etc.

Después de la cena, Dean y yo decidimos volver a su apartamento, nos sentíamos solos después de que mi hermana y Christian regresaran a casa por los constantes mareos que tenía Less, además de que Chloe no pudo asistir a la fiesta y mi hermano quien sabe en qué lado se habrá metido.

Entramos al tecnológico ascensor, en menos de 5 minutos ya estamos en la planta número 20, la última de este.

Dean abre la puerta y se hace a un lado para que pase, le digo "gracias" y entro a la humilde morada de mi novio.

Comienzo a quitarme los accesorios y a soltar mi cabello, también me deshago de los tacones que me están matando; el dios griego hace lo mismo, solo dejándose puesto el pantalón y su camiseta la cual está desabotonada en la parte de arriba... Padre santo, ten piedad de mí.

Inconscientemente muerdo mi labio inferior.

- ¿Qué te parece si vamos a la fiesta del equipo o qué deseas hacer bella amada? -me pregunta mientras toma un poco de agua.

-Lo siento, no me apetece salir -niego con la cabeza y como uno de los chocolates que están en la barra.

-Está bien -dice desapareciendo en una de las habitaciones del apartamento, mientras yo como más chocolates.

Me siento ansiosa y demasiado nerviosa, pero lo más raro es que no sé el por qué.

- ¿Qué se siente saber que dentro de poco cumplirás años? -me pregunta Dean tomándome una fotografía con su cámara mientras como más y más chocolate.

Una historia de amor que jamás dejará de ser escritaWhere stories live. Discover now