CAPITULO VI
- ¡Estoy aburrida! -protesta Chloe.
-Yo también -pongo mi cabeza en el pupitre; son las horas de filosofía más eternas que he presenciado.
Suena el timbre por fin se acaba nuestra tortura y es hora de cambio de clases, nos toca arte; prácticamente no hacemos nada en esta.
Me dirijo hacia mi casillero y en este encuentro una nota color rosa pegada; la abro.
"Eres tan maravillosa que no tienes comparación, sólo tú despiertas los más bellos sentimientos que pueden existir en lo más oscuro de mi ser; Buenos días cariño"
Miro sobre mi hombro y lo veo recostado en una de las columnas, me sonríe de una forma que me derrite, bueno, prácticamente cualquiera de sus gestos o palabras me derrite. Le sonrío y guardo en mi casillero el libro de filosofía, retomo mi camino para el salón de artes, me sigue con la mirada. No le dejaré fácil su reconquista o intentaré no dejarlo tan fácil, el me gusta demasiado y ha hecho muchas cosas para demostrarlo; pero aun así intentaré ser fuerte.
Camino libremente, me siento con un peso menos encima y con una sensación que me llena de satisfacción. Penélope me tropieza con su hombro y me quiere matar con su mirada; el juego se le acabó, sonrío.
Entro al salón de clases y me siento a esperar que llegue mi amiga, me pongo a jugar con mi lapicero hasta que noto la presencia del despertador de todos mis sentidos, me mira desde la puerta y camina hacia mí. Penélope comienza a arreglar su pelo pensando que Dean se dirige hacia ella, quiero reír.
- ¿Te he dicho que hoy estás preciosa? -me susurra al oído y me besa la mejilla. La susodicha no nos quita la mirada de encima.
- ¿A qué se debe esto? -pregunto sonrojada.
-Se debe a que quiero tenerte cerca -besa de nuevo mi mejilla. Mi piel se eriza, ¿podía ser este hombre tan irresistible y cariñoso a la vez?, creo que si -Quiero que todo el mundo sepa que solo eres y serás mía. -susurra a mi odio nuevamente- Mia -repite. Sonrío ante lo dicho; A Penélope creo que se le caerá su mandíbula.
-Solo tuya -afirmo antes de darme cuenta.
Una tos falsa nos interrumpe.
-Señor Brooks, señorita Dietrich, siento interrumpir, pero mi clase debe comenzar -dice la maestra de arte.
Dean y yo nos sonreímos y el comienza a caminar hasta la salida, me guiña un ojo y me sonrojo.
-Explícame que acaba de pasar -dice mi amiga emocionada y dando palmaditas.
-Pues, un simple coqueteo. -sonrío inocentemente.
-Jum, coqueteo, jum... acepten delante de todos; ustedes se quieren, sean novios, contraigan matrimonio, tenga hijos de los cuales seré madrina de uno... -comienzo a reír.
-Quiero darle un poquito de sufrimiento antes de dejarle probar estos labios -guiño un ojo.
- ¿Dónde se supone que está la querida Blue?, te desconozco. -dice dramáticamente- Jum, ¿segura que dejarle probar solo tus labios? -le doy un codazo y reímos,
-Que pervertida eres, eso es lo que me enseñas... -miro al frente en donde la seño habla con uno de los alumnos- La antigua Blue está en el pasado... En estos momentos se está dando a conocer la nueva... -digo algo melancólica.
- ¡Así me gusta!, paso adelante, pasado olvidado o algo así, no me acuerdo como dice la frase esa -rasca su nuca- Acomódate, quiero dormir un rato -Mi amiga apoya su cabeza en mi hombro y se deja ir rápidamente hacia la tierra de los sueños.
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Una historia de amor que jamás dejará de ser escrita
RomanceHay historias de amor que jamás dejan de ser escritas, y este es nuestro caso. Se prohíbe adaptación y copia. Todos los derechos reservados.