Una historia de amor que jamás dejará de ser escrita

CAPITULO 29

CAPITULO XXIX

Me desangra el alma con sólo pensar en la voz de Dean diciéndome que no me casara, al parecer la noticia corrió muy rápido.

Mi madre me acaba de llamar dándome las felicitaciones además de una larga charla sobre el matrimonio y si estaba segura de ello. Quería responderle que no, que estaba confundida y por eso llegaba hoy a casa, pero no me atreví, no quiero hacer sentir mal a nadie.

-Prométeme que no volveremos a tomar un domingo -dice Ash entregándome unos informes que debo firmar y sentándose en las sillas que están al frente de mi escritorio.

-Lo mismo te digo -abro la primera carpeta y comienzo a revisar todo.

-Te han mandado un regalo, se me había olvidado decirte -la imagen de Dean llega a mi mente.

- ¿De parte de quién? -pregunto sin levantar la vista. Me muero de la curiosidad.

-Wesley, pidiéndote disculpas blah, blah, blah -hace señas con sus manos y me hace reír.

Desde que comencé a Salir con Wesley, Ashley no ha estado tan de acuerdo. Sabe cómo se pone cuando quiere llamar la atención y, sobre todo, cuando quiere tener todo bajo su orden. No lo soporta ni en pinturas.

-Cada vez estoy pensando más y más en devolver este anillo -miro mi mano derecha y luego a Ashley.

-No sería tan mala idea, podríamos venderlo y pagar un viaje a Dubái con un grupo de strippers incluidos -Toca su barbilla y sonríe.

-Al parecer tienes todo planeado -contesto riendo.

-Más que eso... -se pone de pie, comienzan las explicaciones dramáticas- Imagínate nosotras por esos lados, tomando champán del más caro, con muchos hombres a nuestro alrededor, gastando dinero hasta decir ya no más, comprando ropa y joyas. No, no, no, que belleza -mira al horizonte y yo muero de risa.

-Creo que te contrataré como la próxima jefa de diseño y comerciales. -río a mas no poder.

-No sería tan mala idea, y tal vez por allá encuentre el futuro padre de mis hijos. Por allá se ven los hombres más lindos -se abanica con su mano y se sirve un poco de agua.

-Después de que regrese de casa prometo organizar un viaje contigo para Dubái -le prometo y termino de firmar la última carpeta.

-Ven y llevo los papeles -estira sus manos y yo niego.

-Déjame y yo lo hago, deseo antes de partir darle un último vistazo a la empresa -acomodo mi pantalón cuando me pongo de pie y tomo entre mis brazos las diferentes carpetas color café.

Bajo por el ascensor a la planta número 13 y le entrego a Mary, la encargada de este piso los informes y doy un paseo por las instalaciones. Este año hemos estado demasiado cotizados con publicidades y diferentes asociaciones. Nuestra empresa está tomado valor en el mercado, gracias a todo el empeño que hemos puesto en esta.

Cuando dan las 2:30 p.m., dejo todo organizado y salgo para el aeropuerto, quiero llegar rápido a casa y comer la deliciosa comida que hace mi madre, extraño el calor de hogar.

-Ash, me voy -le digo saliendo de mi despacho- Si necesitan algo llámenme y tenme informada de todo lo que pase -le doy un abrazo a mi amiga y llego al último piso.

Las horas de vuelo son eternas, a cada rato miro el reloj y la pantalla que tengo al frente de mi asiento y los nervios aumentan. ¿Que pasará ahora que vea a Dean después de varios años?, sé que mis sentimientos por el siguen intactos, pero no sé cómo podría reaccionar; mi cuerpo delante de él no tiene mente propia.