Capitulo 40

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CAPITULO XL

Epílogo.

-Nuestros padres nos matarán por esto, Blue... -la miro nervioso y al mismo tiempo emocionado.

La ayudo a bajar del auto con cuidado. Hace unos minutos le dieron de alta en el hospital; pasó allí tres días los cuales fueron eternos, -según ella-, ya que mi amada no puede estar quieta y mucho menos cuando ha dejado la empresa sin un responsable mientras ella faltaba.

Al verla tan preocupada, ocupé su lugar junto a su secretaría. Sólo fueron tres días y sinceramente, fueron días difíciles y llenos de trabajo. Debo de hablar con Blue sobre esto. No puede seguir trabajando a ese ritmo y mucho menos llevando a mis dos bebés en su vientre. No quiero pasar otra pesadilla como la que pasé -o pensé pasar-.

Caminamos con cuidado por una de las grandes plazas de París. Blue me mira emocionada, lo que vamos a hacer no nos lo perdonarán nuestras familias... puedo darme por desheredado desde ya.

No puedo mentir, mi emoción es tan grande como la de ella. No todos los días puedes casarte con el amor de tu vida... Hace días le prometí a Blue casarme con ella apenas saliera del hospital y aquí estamos cumpliendo lo dicho. Ella quería hacerlo días atrás, pero el médico aún no le autorizaba dejar el hospital, hasta hoy.

-Quiero este momento solo para nosotros dos, Dean... amo a tu familia, al igual que a la mía, pero quiero ser muy egoísta hoy -responde a mi comentario. Me sonríe tiernamente mientras acerco mi boca a su cabeza para depositar un beso casto allí. -Quiero que este momento sea muy especial. No quiero sentir la típica presión que carga la novia por todo lo que se llevará a cabo en "su gran día" -se encoge de hombros.

La entiendo perfectamente y respeto su decisión. Aunque nuestra unión fuese en un barranco, sería el hombre más feliz que puede existir en esta vida, miento, ya soy el hombre más feliz que ha existido y mi felicidad seguirá aumentando.

Sólo imaginar a todas las mujeres de la familia planificando nuestra boda es algo estresante, pues, no sólo Blue tendría su mente ocupada en la boda, sino también en nuestra creciente familia y sus empresas. No, ni pensarlo.

Con Blue no quiero llevar prisa, quiero disfrutar cada segundo a su lado... Bueno, parece mentira con todo lo que ha sucedido lo de "no llevar prisa", realmente todo ha pasado rápidamente últimamente: su embarazo, nuestra relación y ahora nuestro inesperado matrimonio.

Con esta mujer me caso las veces que sean necesarias. Ya sé que es mía tanto de alma, como cuerpo; pero no está de más hacerlo también ante los ojos de Dios, en este caso. Locuras como estas son las que valen la pena experimentar y recordar. Amar con locura es lo primordial. Yo amo a Blue con locura, que no quede duda.

Y aunque es algo difícil de explicar; el estar con Dietrich y haber sentido como si la perdía, fue algo que no le deseo a nadie, ni a mi peor enemigo. Sentí como cuando me enteré de que mi hijo, realmente no era mío. Un dolor que sale desde el alma y que la desgarra lentamente. Mi hijo siempre seguirá siendo parte de mí, y ahora será parte de mi familia también; nuestros bebés serán sus hermanos, aunque Penélope no lo acepte.

Amar con locura. Sin tener en cuenta los límites.

¿Había dicho que mi futura esposa se ve hermosa con ese vestido blanco y encaje?, ¡Dios!, esta mujer hasta con un saco de papas mugrientos es hermosa y más ahora que la maternidad le sienta bien -quitándole las escenas de vómito, mareos y desmayos. Aunque todo ello vale la pena. Me mantienen como los pies en la tierra - Llevo mi mano derecha y la deposito sobre la futura casa de mis hijos durante las próximas semanas.

-No solo somos nosotros dos, no los excluyas, por favor -hago pucheros y ella me pega suavemente en el pecho.

-Madura -sé que ha puesto sus ojos en blanco, aunque lleve sus gafas de sol. Se le escapa una risita y vuelvo a besar su cabeza.

Paramos en medio de la gran plaza, junto a una gigantesca fuente. Vamos a casarnos y aún no le he propuesto matrimonio, así que qué mejor forma de pedirle matrimonio que minutos antes de nuestra íntima y muy egoísta boda.

Me arrodillo delante de ella y veo que se le eriza la piel. No esperaba esto.

- ¿Acaso creías que nos íbamos a casar sin tener una pedida de mano antes? -sonrío de forma burlona. Mi amada se aparta las gafas y veo como las lágrimas caen por sus mejillas. Lleva sus manos hacia su boca y eso me asusta un poco. Me pongo de píe y saco la mano rápidamente de mi bolsillo, dejando caer de nuevo el estuche y el anillo en este - ¿Que pasa?, ¿te sientes mal? -agarro sus mejillas y comienzo a abrazarla por los hombros para dirigirnos de nuevo hacia el auto y llevarla al hospital.

- ¿Acaso nunca vas a entender como las mujeres demuestran su felicidad? -se aleja un poco de mí y se ríe en mi cara- ¡Es increíble que vayas a ser mi esposo!... ¡claro que quiero casarme contigo, Dean! -me abraza y besa de forma apasionada.

El aire que tenía retenido lo dejo salir y le rodeo con mis brazos su cintura.

-¡Si quiero, Dean! -salen más lágrimas de sus hermosos ojos. -Malditas hormonas -se queja.

-Pues no se diga más, mi llorona. Aun así, te amo -me alejo un poco de ella y saco la pequeña caja negra, la abro y aparece un diamante de mediano tamaño.

Este anillo fue mandando a hacer a los días de haber conocido a Blue, algo me decía que este iba a ser lucido en sus delicadas manos algún día, y este día ya llegó.

Ahora que lo pienso, no sé si pensar si eso sonó algo romántico o psicópata...

-Hoy estoy aquí, delante de Dios jurándote amor eterno y entregándote mi alma. No pienso dejarte. Eres mi vida, mi amor, mi persona, mi orgullo, mi color, mi universo, todo lo posible e imposible de soñar en persona. Gracias por permitirme ser el hombre de tu vida y te agradezco por ser mi amante... Quiero que tengas presente que te amo y siempre lo haré. Mis sentimientos hacia ti son eternos. -acaricio su dorso con mi pulgar e intentando no hacerle daño con la férula. Su mirada es brillante, su sonrisa al igual que la mía no ha desaparecido- Siempre estaré para ti, te honraré, te apoyaré, te guiaré y siempre seré respetuoso contigo. Hoy comenzamos nuestra vida como esposos, pero seguimos nuestra vida de enamorados hasta que la vida y Dios nos lo permitan, porque si es por mí, nuestra historia de amor nunca terminaría... Nuestra historia de amor jamás dejará de ser escrita. Lo prometo. -intento no dejar escapar las lágrimas que amenazan por salir- Todo lo mío es tuyo... Te amo, te amo, te amo.

Le regalo una sonrisa a medio lado y solo pienso en abrazarla durante horas. ¡Amo a esta mujer quien ahora es mi esposa!

"Puede besar a la novia" son las palabras que escucho de fondo, solo tengo cabeza para Blue. Me acerco lentamente a ella y la beso con ternura y amor; quiero que nuestro primer beso como esposos sea especial y maravilloso al recordar. Realmente todo lo que he vivido a su lado es especial, maravilloso e imposible de superar.

Siento como si mi corazón quisiera salirse de mi pecho. Va a mil. Blue me pone a mil en todos los sentidos. Esta hermosa e inteligente mujer es mi esposa, no canso de pensar ello. Me he ganado la lotería.

-Te amo Blue.

Una historia de amor que jamás dejará de ser escritaWhere stories live. Discover now