Una historia de amor que jamás dejará de ser escrita

CAPITULO 11

CAPITULO XI

Ya han pasado varias horas desde que Dean y Christian se fueron prácticamente obligados, mis padres aún no llegan de su junta con los abogados, y Chloe y Sam están conmigo en la habitación de mi hermana; Less duerme con ayuda de unos calmantes después de un ataque de ansiedad al saber que Daniel había intentado entrar a la habitación; menos mal su inesperada visita fue después de que los Brooks se fueran, sino hubiese sido una escena muy fea, Chloe me ayudó a tranquilizar a Sam mientras yo le decía a los de seguridad que no lo dejaran entrar. Los paparazis están en la entrada del hospital, a la expectativa de la llegada de algunos amigos o familiares de nosotros, realmente es incómodo no tener un poco de privacidad y más si no se utiliza un contracto al momento de estar aquí en el hospital esperando la llegada de los resultados de los exámenes de Less.

-Chicos, es hora de que se vayan a descansar a casa -nos dice mi madre mientras despierta a mis acompañantes- Tu padre y yo nos quedaremos con Less. -miro mi reloj y son las 12:00 pm.

Nos despedimos de mis padres y caminamos los tres por el pasillo, Chloe en este poco tiempo que ha interactuado con mis padres, se ha convertido en una hija más, una integrante de la familia en la que se puede confiar.

-Chicas, acuérdense que afuera hay moscas -dice mi hermano haciendo referencia a los paparazis- intenten poner buena cara, sin demostrar las horas que hemos vivido incómodamente el día de hoy.

-Ya entendí princeso -le contesto a mi hermano antes de salir por la gran puerta del hospital.

En pocos segundos estamos rodeados por varios señores con cámaras que no se cansan de preguntar incoherencias, aunque sabemos que unas se pueden afirmar, pero la que más me sorprende es que me pregunten por qué Dean y yo fuimos a la casa de mi ex cuñado, si se le puede llamar así, a abofetearlo. Nunca tenemos privacidad.

-Caminen muchachos -nos dice Alfredo ayudándonos a llegar al auto familiar, el mío y el de mi hermano los llevan otros guardaespaldas.

Mi celular comienza a sonar y no se en qué lugar del carro está, mi hermano lo saca de su bolsillo y resuelvo el misterio de, ¿dónde está mi celular?

- ¿Hola? -contesto sin saber con quién hablo.

-Cariño -habla mi madre un poco emocionada, pero a la vez preocupada.

- ¿Qué pasó mamá? -me sobresalto y todos ponen atención en mí y mi celular, cada uno representa preocupación en su cara.

-Tranquila, Less está bien, bueno, están bien... -me quedo congelada- cariño...

Sam me quita mi celular y lo pone en altavoz

-Mamá, ¿qué pasó? -pregunta mi hermano preocupado, y yo aún no digo alguna palabra, "están"

-Llegaron los resultados de Less, todo salió bien, están bien. -dice mi madre un poco emocionada.

Todos nos miramos y fruncimos el ceño.

- ¿Están? -decimos los tres al mismo tiempo.

-Sí, están, serán tíos y nosotros abuelos, y Less madre -notoriamente mi madre ha tomado la noticia bien pues, es una criatura, él o ella no tiene la culpa de lo que haya pasado entre el pendejo de su padre y mi hermana.

- ¿Chicos? -mi madre nos llama, hemos quedado sorprendidos por la tan inesperada noticia.

-Aquí estamos -responde Chloe.

-Al parecer han quedado helados por la noticia -bromea mi madre.

-Más que helados madre -dice mi hermano bajando del carro, no me he dado cuenta en que momento hemos llegado a casa.