Remol.

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Como ya les habia dicho El regente Lor'themar, Lady Sylvanas ya le estaba esperando y no era una lider muy paciente. Vaal le entregó las cartas en su posición y se presentó. La no muerta elfa se irguió bien para poder verlo con cuidado estudiando sus reacciones y su carácter. Ella estaba curiosa por su naturaleza y en que forma podía usarlo.

La elfa de piel pétrea y gris, con ojos desgarradoramente frios y llenos de tristeza e ira en color rojo intenso, vieron esas heridas antiguas con avidez. Ella solo veía ante sus ojos un antiguo exclavo de los intereses de alguien más. Los esclavos no eran liberados en el momento que rompían sus cadenas tangibles, el hierro se puede romper si lo fracturas y lo fisuras, las heridas emocionales y los traumas de "esas" cadenas no se podían librar en un buen tiempo. Alzó una ceja esperando que el esclavo no estuviera muerto del todo para poder usarlo a su favor.

Indiscreta preguntó —¿Por qué tu raza abandonó a semejante guerrero?— Independiente si ya no podía emplear la luz, el demonio era un bruto de una fuerza determinante, apuesto que tenerlo en primera fila haria romper cualquier formación enemiga. Podía tener la misma o más fuerza que un orco y sin el frenesis de la sangre podía ser frio y calculador, no había cosa más terrible que un aplastante guerrero que podía usar también el cerebro. Eso le gustaba, le encantaba cada vez más tenerlo en persona.

—Soy un más un Eredar que un Draenei, les doy miedo. Por eso me desterraron y me prohibieron estar con ellos. 

Ella sonrió regocijandose de su miseria, pues su miseria era su gozo en este momento. —¿Cómo fue que quedaste en este estado?

—Bebí sangre de orco vil— Vaal no se fue con rodeos y dijo cual fue su fórmula sin tapujos. Raskreia que estaba inclinada esperando a un costado abrio los ojos impresionada. 

Sylvanas se largo reir y le dio unas palmadas aplaudiendo satisfecha, ya que la puso de buen humor. Su perro fiel Nathanos gruñó molesto al ver que ella estaba contenta por las palabras de alguien más. —Me agrada, me agrada bastante— miró a una de sus forestales oscuras. —Llevenlo a Remol y denle un casa vacia grande, una piedra del hogar, un tabardo de nuestra faccón y denle un trabajo— ella ordenó de inmediato. 

Su sonrisa se desvaneció cuando enfocó a la elfa pequeña. El demonio la complacía pero ver a la elfa pelirroja menuda le recordó lo que ella fue un día y lo que tuvo que desechar. Su humor se entibio. Raskreia era el problema en su opinión, cuando habló con su antiguo discípulo, supo que la elfa era el verdadero dolor de Lor'themar, no el demonio. De eso estaba segura.

La pelirroja no quería dejar que le arrebataran a su compañero asi nada más. —Tiene que ir por sus cosas antes de regreso a Lunargenta. 

Sylvanas respondió —le daremos lo que necesite. Como verás no somos muchos, tenemos muchas cosas de las cuales prescindir. Puedes volver a tu bosque dorado de una vez. 

No era ningun secreto que los no muertos no aumentaban en número porque nacían de una forma diferente. Raskreia se enderezó —¿Hasta cuándo Vaal vivirá aquí?

La reina alma en penas se acercó a ella para medir su determinación con una mirada severa, cuando Vaal se giró para protegerla, el demonio se puso en medio. La no muerta se rio —¡Oh, estan enamorados! El amor es algo que me dan ganas de vomitar, ¿No es así Nathanos?

El no muerto con un arco y una espada de una mano frunció el ceño y resopló indignado. Sylvanas sonrió ante ellos con ironía. 

—Será por un tiempo, hasta que Lor'themar y yo estemos seguros primero. Los no muertos tendremos la custodia del Eredar y estará estrictamente prohibido que le vengas a visitar o pises mi ciudad sin una orden de tus superiores o tengas una muy buena razón— dijo demandando toda su autoridad. Lor'themar no fue tan duro con ellos pero a ella le daba igual, era la reina alma en pena y esta era su forma de arreglar estos asuntos. 

La criatura.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz