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¿Cómo se puede vivir así? Amando y detestando a la misma persona. En la mente de Jimin ya no existía una línea que diferenciara tales sentimientos. Más cuando el corazón del joven Park era aplastado una y otra vez a pesar de todas las oportunidades que le daba a su prometido. Namjoon siempre encontraba la manera de alejarlo, y el rubio había tenido suficiente. Sin embargo; mantenerse distanciado de su futuro esposo no era algo que él pudiera considerar. ¡Estaban a punto de casarse! Y él tenía que terminar de acostumbrarse a tal hecho porque ya no podía deshacerse de su destino.

Exiten límites que no se cruzan, especialmente cuando de privacidad se trata. Namjoon se había sobrepasado al investigarlo de esa manera. Si tan solo el rubio supiera que en realidad el peligris solo estaba cubriendo las artimañas de su secretario. Asco; la palabra no dejaba de circular en la mente del hijo de los Kim, quien se sentía como un idiota. Hubiera sido más fácil aclarar las cosas de otra forma, aunque conociendo a Jimin probablemente el resultado sería el mismo. Namjoon tenía que aceptar que sus celos e impulsividad volvieron a sacar lo peor de él y ahora no sabía cómo enmendar los daños.

Jimin lo ignoraba durante la sesión de fotos que parecía interminable. Aún estando prácticamente uno sobre el otro, la forma en la que el rubio reaccionaba al tacto de su futuro esposo, le había dejado clara las cosas al último mencionado.

Las horas pasaban entre flashes y tediosas tomas alrededor de la casa. Se habían cambiado de vestuarios más de tres veces, finalmente comenzaba con las fotos para el anuncio publicitario de Ventus Essence. La nueva línea de productos para la piel que estaría lanzando la compañía de los Kim. Hecho que parecía completamente absurdo para Jimin, quien en su mente juzgaba si sería buena la idea de querer abarcar tanto mercado.

Además de tratar de adivinar qué transcurría en la mente del rubio, Namjoon buscaba el momento adecuado para disculparse antes de que acabaran ese día tan arduo. Pero para el infortunio del mayor, las únicas palabras que cruzaron fue al ponerse de acuerdo en qué decir al filmar otro de los tantos trailers para LITS.

—¡Y acción!

—¡Hola a todos! Soy Park Jimin y este es mi prometido. —Sonrió forzadamente posicionando su mano en la barbilla de Namjoon.

—Kim Namjoon—Añadió el mayor con los ojos fijos en su compañero al tiempo que silenciosa y descaradamente acarició la cintura de Jimin por debajo del sweater oversized que llevaba el rubio.

—Y...—Jimin dio un pequeño salto que trató de disimular cuando los labios de Namjoon besaron su coronilla— Y juntos le abrimos las puertas de nuestro hogar donde próximamente estaremos compartiendo nuestro día a día con ustedes.

—Corten—Gritó el productor—La parte del beso, perfecta. Joven Park, necesitamos que se relaje, recuerde que este es el gancho al éxito. Volvamos a filmar desde el beso. ¡Repetimos!

Namjoon sonrió con osadía mientras su mano serpenteaba desde la espalda hasta el marcado abdomen de su prometido. La piel del rubio se erizaba a su toque y el mayor lo disfrutaba. Jimin posó su mano sobre el muslo de Namjoon, al que le dio un apretón. Y para su sorpresa, la reacción que obtuvo del joven Kim fue un suave pellizco en el adbomen cosa que lo hizo sonreír en medio de la filmación del anuncio de su programa de variedades. Logrando así que las expresiones del rubio fluyeran con un aire divertido y coqueto.

—No se olviden, nuestra boda también estará siendo transmitida en vivo —Agregó el mayor para luego darle una mirada zalamera a su compañero—No puedo esperar por ese día. Aunque cada día contigo es especial. —Confesó e inmediatamente regresó a mirar a la cámara—Nos vemos pronto.

Luego de acabar la filmación, excusándose con toda la cortesía que pudo fingir, Jimin corrió a su habitación como un torbellino. Aseguró la puerta al cerrarla y se dejó caer en la cama cubriéndose los ojos. Tenía los labios resecos por la ansiedad, el rubor aún pintaba sus mejillas y su mente empujaba sensaciones eróticas hacia su entrepierna por culpa de las osadas caricias que había recibido minutos atrás.

Life in the SpotlightWhere stories live. Discover now