11

354 52 18
                                    

...y pensar, que no hubo un tú y yo jamás.

Sueños que se fueron por el drenaje,

y este corazón casi indomable, se escapa.

No, no digas que esto fue amor,

sabes que es mentira, lo que hubo entre los dos.

Fue necesidad de amor, disfrazada.

para calmar la sed de nuestras almas apagadas.

Ahora que estoy junto a él

No soy tan feliz.

O eso me obligo a creer.

Cuando vuelvo a pensar en ti...

La letra de aquella canción adornada por la melodiosa y sublime voz de la cantante, desnudaba el alma de Jimin. Era como si el karma le estuviera gritando su historia a los cuatro vientos en su fiesta de cumpleaños. El pelirrojo tenía los ojos empañados mientras cada nota extinguía las sensaciones que recorrían su cuerpo. Al mismo tiempo sus ojos examinaban el anillo en su dedo anular izquierdo y de golpe los recuerdos que tenía con su ex se posicionaron en primera línea.

El joven Park no veía la hora de que al menos aquel día acabara, sentía que su pesadilla solo estaba por comenzar.

Park Jimin apretó los labios atragantándose con un sollozo mudo mientras trataba de mantener la compostura. Minutos antes, la pareja había desistido de sus asientos junto a la familia para sentarse en la mesa que le habían asignado los amigos del mayor. Namjoon a un lado del menor, fingía estar ajeno cuando en realidad era consciente de cada gesto y suspiro que salía de Jimin. Algo inquietaba al pelirrojo, y Namjoon no sabía a ciencia cierta el motivo de tal molestia, supuestamente todo debía estar marchando viento en popa.

...No, no digas que esto es amor,

algo unilateral que se marchita.

Al roce de emociones hechas cenizas,

mientras continuamos mintiéndonos con la mirada...

Aprovechando la cobertura que ofrecía la función, Namjoon se puso en pie y en un segundo varios ojos estaban en él, incluidos los de su prometido quien apretó los puños orando porque el mayor no fuera a dar otro discurso amoroso. Sonriente, el vicepresidente Kim hizo una seña para que la gente continuara disfrutando del espectáculo y acto seguido pidió a Jimin que lo acompañara afuera. Quejándose en silencio por la actitud de Jimin y su molestia indiscreta.

No era suficiente con todo aquel circo montado, ahora tendrían que atravesar el salón bajo el foco de atención y a Jimin no le hacía gracia alguna. Sin embargo el menor accedió sin rechistar.

El viento del atardecer en la terraza, refrescó las mejillas de Jimin quien había bebido más de lo esperado. No se sentía ebrio, pero su mente y cuerpo comenzaban a ceder a los efectos del alcohol. Se dio cuenta de que había admirado la espalda de Namjoon más de una vez mientras lo siguió hasta donde se encontraban e incluso se sonrojó cuando imaginó todos los besos que se dieron una hora atrás.

Namjoon estaba de brazos cruzados analizando al pelirrojo quien se mantenía en un silencio perpetuo y humilde. Jimin tenía la mirada perdida en el horizonte de Seúl, era consciente del par de ojos que lo escudriñaban, sin embargo, se rehusaba a devolver la mirada. Habían pasado demasiadas cosas en un solo intervalo de tiempo, sus emociones corrían a la par de un lince.

Life in the SpotlightWhere stories live. Discover now