❝𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙖❞.

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— Beloved —. Lloriqueo USA.

— Uhm...

El mayor solo hizo un leve puchero, colocando sus manos en las caderas del venezolano, tratando de llamar su atención.

Cosa que no funcionó.

— Vene~ —. Utilizo un tono algo meloso.

Venezuela seguía sin prestarle atención.

Estados Unidos lo intento un par de veces más, fallando en cada una de ellas. Cosa que llego a hacerlo enojar un poco.

Y no tardo en hacérselo saber a su novio.

— Venezuela —. Llamó serio —. ¿Podrías, por favor, mirarme a la cara siquiera?

Nada.

Soltando un suspiro soltó al venezolano y se dirigió a la salida.

El país latino al sentir la ausencia de su novio quito su mirada del ordenador.

— ¿Mi amor? —. Llamó, mirándolo confundido.

— ¿Yes? —. Contestó, de espaldas al más bajo.

Venezuela noto rápidamente que la había cagado.

— ... Lo siento —. Se disculpo rápidamente, dejando su portátil a un lado.

USA se giro a mirarlo, luego solo contesto:

— No te preocupes cariño, se que estas muy ocupado —. Le dio una sincera, aunque pequeña, sonrisa.

El país petrolero sintió una leve opresión en el pecho.

— Eso no es motivo para descuidarte —.  Murmuró con un sonrojo.

Al mayor esto le pareció tierno, así que sin más, se acercó al otro y volvió a posar sus manos en su cintura.

— Esta bien beloved, esta situación requiere todo tu atención —. Le acaricio el cabello —. Venezuela rió por la caricia —. Aunque... me preocupas, deberías comer más. Estas descuidandote mucho.

— Esta bien —. Suspiro, mirándolo con vergüenza.

— Así me gusta —. Luego de decir esto, le planto un beso en la mejilla muy, muy sonoro.

Luego de eso empezaron a charlar y a mimarse.

Venezuela amaba a USA, era el mejor.

USA amaba a Venezuela, lo amaba como nunca había amado.

Y, a pesar de su situación, todo iba perfecto entre ellos.

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"Si hay un millón como tú. ¿Por qué no puedo dormir?. ¿Por qué dejé de comer?"