❝𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙖❞.

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Último capítulo. ¿Listos para sentir aún más odio por estos hdpt? <3

Disculpen cualquier error.

[...]

— Muy buenas tardes tengan todos —. Saludo la ONU —. Gracias por asistir el día de hoy y honrarnos con la presencia de cada uno de ustedes —. Sonrió.

Estuvo a punto de seguir, pero una voz entre los países llamo la atención de todos.

— ¡No creo que todas las presencias nos honren, ONU!

— ¿Quién dijo eso? —. Inquirió la organización, su seño ahora se encontraba levemente fruncido.

Venezuela miro de reojo como una gran parte de los latinos reía disimuladamente. Bufó por lo bajo.

Un solo día de paz, eso pedía. Solo uno.

¿Cómo aquel sujeto podía soportar esas faltas de respeto?

Tenía que admitir que admiraba a ONU. Él apenas y tenía unos cuantos problemas con ellos y ya se quería dar de baja y ocultarse de la faz de la tierra.

— Solo decimos... Que tal vez no todas las presencias sean deseadas —. Dijo una voz diferente. Supuso que era México.

Volvió a mirarlos de reojo, digiriendo la imagen de todos ellos juntos y él...

Bueno, él estaba solo en una esquina.

Suponía que así era mejor. No quería incomodar y tampoco salir peor de lo que ya estaba.

Además de que necesitaba estar lo más alejado posible, no quería cometer una estupidez.

También se dió cuenta de que ese comentario fue dirigido a cierto grupo de Contrys, algo ya "normal" si todos tomaban en cuenta la cantidad de comentarios así que iban hacia aquel grupo de países comunistas.

Volvió su mirada al punto central de la mesa, mirando esta como si fuera lo más interesante del mundo. Trabaja de ignorar todo lo que ahí se decía.

— Oh. ¿Es enserio? —. Pregunto con ironía el que estaba intentando empezar con la reunión —. Me parece una falta de respeto su comentario. Si tanto le incomoda la presencia de alguien, lo invito a retirarse de la sala.

Silencio total entre los latinos y el resto de países.

— Eso supuse —. Susurró para si la ONU, pero como estaba cerca de un micrófono todos escucharon. Sacando leves risitas de algunos.

Que hipocresía afundaba en esa sala. Fue uno de los razonamientos del venezolano, estando más observador con todos y todo.

Le parecía gracioso ya que siempre intentaba no prestarle atención a las personas. Y ahora está ahí.

Solo y aparentando indiferencia, cuando la verdad era que quería volver a ir a encerrarse en su solitaria casa e intentar el desastre que ahora tenía por gobierno.

— Silencio señores. Sin más, espero que guarden sus palabras para el final de la reunión.

Y así, empezó el tan esperado discurso de entrada, siguiéndole los demás temas para tratar ese día.

En menos de lo previsto la reunión ya estaba en un breve receso. Todos aprovecharon para compartir distintos comentarios y puntos de vistas.

Además... Algunos pocos empezaban a discutir.

— Ay Dios mío —. Suspiro el país caribeño, viendo como a lo lejos uno de los muchachos empezaba a discutir con una potencia.

— Vaya, vaya... Pero miren quien llegó —.  Exclamó UK —. Si es nuestro queridísimo Rusia...