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gabrielagonzalez18 Feliz cumpleaños, princesa. Leí tu comentario, y de verdad lamento la espera.

Se que es corto, y tal vez no es lo que de seguro esperabas. Pero quiero que sepas que a pesar de que estoy muriendo del sueño, me tomé un poquito de tiempo para escribir esto.

En fin, espero que hayas tenido un lindo cumpleaños<3

Cómo dije, me ando muriendo del sueño, así que si ven algún error (o horror xd) disculpen jsjsjs.

[...]

Venezuela caminaba a paso pesado por aquel corredor de aquella mansión en territorio ruso.

Estaba estresado, asustado y con ganas de vomitar.

Sentía sus manos picar. Era la primera vez en años que vería a otros Contrys.

No quería, no sé sentía listo.

Quería salir corriendo e ir a encerrarse en su casa, envuelto en su miseria.

Enserio, enserio quería.

Pero sabía que las personas allí no se lo permitirían.

Más pronto que tarde pararon en frente de unas finas puertas.

Eran grandes e imponentes. Ahí esperaron en silencio.

Esto claro, hasta que su superior decidió hablar.

— ¿Venezuela?

Se sobresalto al oír su nombre, pero rápidamente se recompuso.

Apresuró un poco más el paso y se posicionó al lado de aquel hombre que ahora era la cabeza de su nación.

— ¿Sí, señor?

Él solto un suspiro repleto de cansancio y algo de desesperación.

— Te he dicho que puedes dejar las formalidades, yo no soy ellos —. Recordó.

Venezuela hizo una mueca, no diciendo nada al respecto y esperando expectante lo que el menor tenía para decirle.

Su nuevo presidente, viendo como el mayor no pensaba decir nada, hablo nuevamente.

— Relájate, ellos no te van a hacer nada.

— Lo sé.

— ¿Entonces por qué actúas así?

Venezuela solo se encogió de hombros, haciéndose el desentendido.

El presidente suspiro, negando levemente.

— Está bien tener miedo, Vene.

El uniformado chaqueo la lengua.

— Estoy bien.

El canoso estuvo a punto de decir algo, más sin embargo, el sonido de unas puertas siendo abiertas hizo que ellos pusieran su total atención en esta.

Muy pronto lograron diferenciar las distintas figuras que se encontraban ahí.

Venezuela no pudo evitar aquella tensión que se generó en su cuerpo.

Las ganas de vomitar lo azotaron fuertemente, sin contemplaciones.

Pero, incluso con aquel revuelo de emociones se mantuvo firme, estoico.

Recto, elegante y aparentemente sereno.

Destiló todo lo que en ese momento él creía que no tenía, y estaba muy lejos de tener.

Perfección.

Se veía hermoso ante los ojos de los otros.

— Bienvenidos, es un honor poder tenerlos aquí.

Venezuela recorrió a todos con la mirada, deteniendola justamente en un grupo de Contrys que lo miraban boquiabiertos.

Genial. Por un momento pensó que podría salir ileso de esa situación.

Pero como siempre, la vida lo odiaba y lo tenía como una de sus perras personales.

— El honor es nuestro. ¿No es así, Venezuela?

El mencionado solo asintio, insultando internamente al que sostenía un asomrisa juvenil en su rostro.

<<Maldito viejo. Maldito mundo, maldito yo, nojoda. Los odio a todos>> Fue un murmullo constante siendo dicho por su conciencia.

Sentía la mirada de todos en él, y eso hacia que empezara a sentirse mareado.

Pero, por sobre todo, sentía las miradas de aquellos países que una vez le parecieron tan curiosos.

En un impulso levanto la mirada, cruzándose con unos ojos de color azul claro, pero tan claros que ya rodaban el gris.

No había notado lo lindo de los ojos de Rusia.

Mucho menos la linda sonrisa del cubano.

Ni lo relucientes ojos esmeralda del sirio.

Mucho menos lo tierno que se veían el norcoreano en la chaqueta que parecía varias tallas a la que le correspondía.

No sé había fijado en lo ridículo que de seguro de veía mirándolos fijamente.

Tampoco reparo en que su mirada y seño fruncido, había logrado intimidar a aquel grupo de países.

Soltó un suspiro algo disimulado y apartó la mirada, ignorandolos.

Sin embargo, intento calmarse.

Ya estaba ahí, ahora debía actuar con ética y respeto.

Salir huyendo probablemente violaba ambas palabras dichas anteriormente.

Así que, la decisión ya estaba tomada.

Pero, apenas terminará aquella reunió el se marcharia.

Vaya... Sería un laaargo día. Deducio al ver cómo todos parecían muy animados hablando entre todos.

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“Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.”

[...]

❝𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙖❞.Where stories live. Discover now