❝𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙖❞.

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— Entonces... ¿A dónde es que iban? —. Pregunto Venezuela, estaba cruzado de brazos mientras veía a sus hermanos.

— Por Ahí'.

Fue la respuesta corta y seca que salió de la garganta del colombiano.

— Uhmmm ya —. Respondió igual de seco.

Últimamente sus hermanos se habían estado comportando extraños con él.

Ni siquiera le habían avisado que saldrían, mucho menos invitado.

Estaba bien. Él entendía que ellos quieran salir con otras personas, incluso solos, pero...

¿Por qué ahora?

— Ñaño, no pongas esa cara —. Se acercó el ecuatoriano, posando una de sus manos en su hombro —. Llegaremos temprano para acompañarte a cenar.

Venezuela solo asintió, dirigiéndose a su habitación.

Momentos después logro oír como ellos salían. Decidió permanecer encerrado en su habitación, no tenía muchas ganas de salir.

Espero y espero a sus hermanos...

Pero estos nunca llegaron.

No respondían sus llamadas ni mensajes, y ya se estaba preocupando.

Llegó un momento en el que le llegó una notificación en su teléfono y, al momento de revisarla, no era nada más ni nada menos que una publicación de sus hermanos, junto con sus otros 'amigos'.

Llevo sus rodillas a la altura de su pecho, empezando a ojear todas aquellas imágenes publicadas.

Sin querer una sonrisa rota de posó en sus labios.

Suponía que comería solo.

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"La alegría, sentir el propio valor, ser apreciado y amado por los demás, sentirse útil y capaz de producir son factores de enorme valor para el alma humana". - María Montessori

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