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Espero que me expresen su dolor a través de comentarios mentandome la madre por hacerlos sufrir <3. Me encanta leer sus comentarios, sean lo que sean jsjsjs -deja una cajita de pañuelos-

Ya saben, pa' las lágrimas y eso.

[...]

Una de las tantas reuniones de la ONU ya había sido llevada a cabo y un grupo de latinos se juntaron para hablar sobre la gran fiesta a la que harían esa misma noche.

Venezuela ordenaba unos papeles que tenía en su escritorio, pero aún así estaba escuchando atentamente la conversación y, sin poder evitarlo, intervino.

— ¿Pa' dónde van que no invitan? —. Comentó a forma de broma.

Misma que no fue vista así por los demás latinos. Eso hizo que el alzará una ceja, confundido.

— Vene... —. Chile se rascó la nuca incómodo —. Weon, tú no vas a poder venir...

Los demás asintieron, apoyando las palabras de este.

— Ah... —. Fue lo único que atino a decir el venezolano, con una sonrisa incómoda.

Viendo que nadie más diría nada, volvió a su labor de guardar sus cosas en un bolso de color negro que llevaba consigo.

— Bueh, yo ya me voy. Se me cuidan —. Se despidió rápidamente, emprendiendo camino de una vez por todas.

No volteo a mirarlos una vez más.

Por esta razón se sorprendió al escuchar las palabras de su 'amigo'.

— Lo siento, Vene —. Se atrevió a hablar Argentina.

Se sentía un poco mal por dejarlo así.

— No te preocupes —. Murmuró Venezuela, aún sin dirigirle la mirada —. Espero que les vaya bien.

— Pero-

— No es la primera vez que me lo hacen, Argentina. Lo sabes —. Tomo un suspiro antes de continuar —. La única diferencia ahora es que me lo dijeron en mi cara, pero está bien, yo no los puedo obligar a querer estar conmigo. Anda y diviértete con ellos, yo estaré bien.

Se atrevió a decir todo eso, sabiendo que solo el más alto lo iba a escuchar ya que estaban un poco alejados del grupo.

— Venezuela, las cosas no son así.

— ¿Ah, no? ¿Entonces cómo son? —. Inquirió, dándole la cara.

El de tono celeste guardo silencio.

— Argentina, no me invitaron, y desde hace meses no se atreven ni a dirigirme una palabra, y si lo hacen es para hacer algún comentario con intenciones cuestionables.

— ¡No te invitamos por tú situación! —. Trato de argumentar, ignorando deliberadamente lo otro.

— Esa escusa me la sé de memoria —. Comento de manera dolida.

— No es ninguna escusa, te queremos y no queremos causarte más daño que él que tú situación te genera y-

— ¡Basta, deja de utilizar mis problemas cómo nación para justificarte, para justificar el como me tratan ellos! —. Rogó con un tono tenue de desesperación —. Así déjalo Argentina.

Al nombrado le parecía estraño el como le llamaba.

Le hacía sentir tan raro. Cómo si algo faltará.

Pero no le prestó atención.

— Ay, por favor Venecia, deja el drama. Nadie te ha hecho o dicho nada —. Le resto importancia el argentino, intentando que el venezolano entrara en razón.

❝𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙖❞.Where stories live. Discover now