¿Por qué no hay tangas estrellas en el capítulo 5? ¿Ya no me quieren? Ó╭╮Ò
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- ¡Vamos Venezuela, tienes que venir a ver esto!
El mencionado solo puso sus ojos en blanco, ignorando deliberadamente todas las miradas que recayeron en el luego del grito de emoción de su líder.
El viejo lo quería matar ¿Verdad?
Bueno, era de su agrado informarle que lo estaba logrando.
Se acomodo mejor el tapabocas que de había colocado recientemente al sentir más miradas de lo común sobre el, para luego acercarse al viejo de cabellera blanca.
- ¿Podemos pasar? -. Pregunto el de sangre italiana, luciendo realmente emocionado al mirar la brillante tienda en frente de ellos.
Venezuela con dudas no supo que decirle, así que busco con la mirada la aprobación del recientemente nombrado presidente de Rusia.
Aquel joven - Más que todos ahí - asintio.
- Están aquí no solo para hacer tratados, si no también para disfrutar de las cosas que los ciudadanos y yo les podamos brindar. Si el señor presidente de Venezuela gusta, puede pasar a cualquier local -. Les dió una pequeña sonrisa -. Sería un honor.
Venezuela lo vio levemente sorprendido.
Vaya, esa si era una joya de presidente.
- Usted es el que me manda a mí, no tiene que pedirme permiso.
- Por supuesto que sí, aunque te hicieron creer lo contrario tú opinión es la más importante de todas, Vene -. Murmuró, por fin colocandose en frente de las puertas de cristales, nomás que se abrieron de forma automática -. Pero te tomaré la palabra.
Dicho esto paso con emoción. Jamás había visitado alguna tienda en territorio ruso. De hecho, jamás había estado en territorio ruso, esa era la primera vez.
Empezó a curiosear el lugar, siendo seguido por dos guardaespaldas, seguido de los otros presidentes y Contrys, siendo Venezuela el último en pasar de nueva cuenta.
Miraba todo, detallando y fijándose en cada pequeño detalle. Rodó los ojos al ver cómo su comandante hablaba ahora alegremente con los cajeros del lugar, no dejando de preguntar cosas sin sentido.
Aunque le pareció gracioso el hecho de que aquellos muchachos asentían a todo a pesar de estar completamentes confundidos, además de no entender nada al no hablar español.
Detalle que paso totalmente por alto el de ojos color chocolate.
Venezuela dejo de prestarle atención, sabiendo de ante mano que nada malo pasaría ahí. Confiaba en ello.
Dirigió su mirada a otros lugares, y tomando una que otra cosa para mirarla mejor. Y ahora que caía en cuenta más que tienda también parecía un supermercado. Pudo ver fruta de lejos y verduras.
