Cap 21: Un trato por una vida.

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Amelia.

Yo creía fielmente que lo que me hacía sentir Kai era abrumador con tan solo una mirada, pero al parecer no tanto como lo que me hace sentir con un simple beso que me robaba todo el aire y parte de mi corazón. Sus manos se sienten cálidas y el momento casi mágico, sin dudas, era algo que se quedaría conmigo por el resto de mis días.

Con todo el miedo del mundo me separo un poco para tomar aire y recuperar mi cordura.

—Maldición. —Es todo lo que escuchó antes de quedarme sola en la cocina.

—Kai… —musito en vano.

¿Qué tan mal debo estar para que me pase esto?

¿De verdad dejaré que la segunda persona que me ha hecho sentir viva me desprecie o se aleje?

Desde luego que no. No pienso ser una cobarde cuando tengo un pie frente a la muerte. Desde que tengo uso de razón he pedido esto a quien sea que me escuche allá arriba; una persona que me haga sentir como lo hace Kai y ahora que lo tengo no consideró siquiera soltarlo.

Me rehúso a morir miserable.

Yo sabía lo que sentía, pero no lo que él quería y después de ese beso me quedaba con la dicha de que no me era indiferente.

Debía intentarlo hasta el final… porque no tenía nada que perder.

••••

Bueno, debo admitir que ese hombre es más difícil de lo que supuse.

Y cómo si fuera poco la situación no ayuda en absolutamente nada¿Qué puedo decir? A este paso estoy segura y moriremos de un infarto por el caos que nos rodea y los secretos que comienzan a ser presentes.

El día había comenzado para casi todos como a eso del mediodía y debo decir que desde ese momento hasta la noche fue bastante incómodo ver cómo Kai hacía todo lo posible por evitarme o siquiera mirarme.

Yo deseaba intentar remendar las cosas, hablar a solas en algún momento, pero sus muros se habían alzado y parecían hechos del mejor Nirge de todo Veranes.

Era frustrante.

Los Bathory eran expertos en hacerse de rogar y hacer como si no existieras sin lugar a dudas. Los tres eran muy distintos, sin embargo, parece que en términos de ser fríos son muy iguales.

Y lo digo por el hecho de que Elizabeth ha estado distante de todos haciendo de cuenta que no existimos y ni hablar del ex rey.

Para cuando Kai es capaz de verme a los ojos, una fracción de segundo es solo para decirme que debemos estar todos en la sala por algo urgente.

Por supuesto me aterro al suponer lo peor.

Estando en guerra no se puede esperar nada bueno cuando hay algún movimiento repentino.

Al estar todos en la sala mi mirada no se despega de Kai quien siendo más gélido que antes se aleja lo más posible de mí con el bebé en brazos.

Para cuando pasan alrededor de unos diez minutos todos nos impacientamos al no ver a la menor de los Bathory por ningún lado.

Tomando eso como excusa me acercó con pequeños pasos hasta donde sé en encontrar Kai distraído en los ojos profundos del bebé.

—Ah, Kai podemos… —mis palabras se pierden con la presencia de la mujer de cabellera blanca. Todos en la sala nos enfocamos en ella y su altitud extraña que llama por completo nuestra atención.

Dado que ella poco después comienza hablar, me obligó a dejar la conversación para otro momento donde logré reunir la valentía y las palabras exactas.

Reino del olvido [#02] Where stories live. Discover now