Reino del olvido [#02]

Cap 8: Mascaras Parte 2.

Kai. 

La historia de los Bathory es muy extensa y llena de secretos que el consejo se ha empeñado en ocultar. Una de ellas es tía Mika, primera mujer en la familia Bathory, hermana mayor del bastardo de Aarón. 

Tía Mika no la conocí hasta que me adentre a Urabia hace unos años para ser precisos unos días antes de que naciera Eli; cuando escuché por primera vez la melodía Quimera y una mujer contaba la historia mientras bailaba con su pareja. 

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Hace tiempo nació una hermosa niña de ojos azules y melena negra que era muy curiosa a medida que crecía su intriga igual. Muchos relatan que era muy altiva y audaz, su padre la amaba tanto o más que su madre era la luz de sus ojos. 

Mika Bathory fue querida por muchos y odiada por otros, el odio recaía más en los hombres, puesto que al ser adolescente muchos pretendientes llegaron con su galantería a conquistar su corazón, sin embargo, ninguno le era suficiente, ella quería más, mucho más de lo que aquellos mortales podían ofrecer. Cuenta ella misma que su corazón y alma buscaba un igual, muchos dicen que polos opuestos se atraen e iguales se destruyen, pero ella deseaba alguien igual de destructivo que ella que la consumiera tal y como ella podía consumir todo a su pasó. 

Para su suerte, años después ella lo consiguió, consiguió incluso más de lo que deseaba. Los Hart son conocidos por ser todo y más de lo que llegamos a imaginar y eso fue justo lo que vio Mika en River aquella noche estrellada que la furia consumía a la joven por aquellos jóvenes que no entendía un no por respuesta. 

Mika estaba harta de sus pretendientes y en un arranque de ira tomó su caballo y salió a las afueras de Nirvana hasta el punto donde los tres reinos se dividían. 

Ella solo quería un respiro y en lugar de eso consiguió el susto de su vida al ver un hombre lleno de sangre de pies a cabeza y con una apariencia aterradora. 

—¡Mierda! —chillos antes de salir corriendo. Sin embargo, aquella bestia la tomó y la acorraló en un árbol dispuesto a acabar con ella. —Si vas a matarme que sea rápido. 

Exigió con valentía mirándolo a los ojos. River cuenta que aquellas palabras le dieron gracia.

—¿Y por qué te mataría? —preguntó burlesco. 

—¿Entonces para qué me acorralas, si no es para ello? —Cuestionó altiva. Aquello cautivo de cierto modo a River. 

—Tal vez para esto. —dijo antes de tomar su nuca y besarla de manera nada delicada. Mika se sorprendió, sin embargo, no objetó nada y le siguió el beso, eso tomó por sorpresa a River. 

Cuando terminó el beso, River desapareció, dejando a Mika confundida y satisfecha. 

Los meses pasaron y los jóvenes siguieron viéndose en el mismo punto donde se conocieron. 

River al poco tiempo la joven lo enloqueció a tal punto de hacerle una sorpresa al volverla a ver, le propuso ir a Urabia por una noche entera, ella sin titubear aceptó encantada. 

Al llegar al lugar más sagrado de nuestro reino: Catarsis. Una melodía comenzó a sonar por todo el lugar. 

—¿Quieres bailar? —Le preguntó River un tanto nervioso. Cosa que es muy impresionante si conoces a la familia. 

—Por supuesto. —Mika extendió su mano, pero River sacó un pañuelo rojo de su traje con el cual ató sus muñecas. 

—¿Qué haces? —River no respondió nada por varios segundos donde solo la contempló repitiéndose las palabras una y otra vez para no arruinar el momento.