Cap 22: Alianzas peligrosas |Final|

99 9 0
                                    

Omnisciente. 

La casa de los Clark era todo un caos y un baño de sangres. El cuerpo sin vida de Etha aún era sostenido por su amigo, mientras el resto lloraba desconsolado 

—Tenemos que hacer algo rápido. —Le habló Abalam a Elizabeth al entrar y ver lo que estaba pasando.

—¡El bebé! —grito asustada la ex princesa corriendo a tomarlo en sus brazos —. Oh, cielos, está lastimado. 

La herida no era profunda, sin embargo, la sangre que salía era escandalosa. 

—¿Qué hago? —se preguntó viendo a su padre en el suelo, su amigo sin vida y su hijo sollozar por la herida. 

—Primero ve a tu padre. —le aconsejo Abalam tomando al pequeño para curarlo. Acercándose a su cuerpo tocó su pulso y suspiró en alivio al sentir su pulso un poco fuerte. Juntando sus manos dejó salir energía en forma de una esfera morada para luego llevarla al pecho de su padre, regresándole la conciencia al instante que su cuerpo consumió dicha energía. 

—¿Te encuentras bien? —le pregunto a penas, abrió los ojos. 

—Si… eso creo. —contestó tosiendo algo de sangre. La salud del ex rey no era la mejor, pero con la energía que le había brindado su hija podía aguantar hasta ver un médico. 

—No es seguro estar aquí, pero no tengo idea de a donde ir. Padre, ayúdame, la situación me supera. —rogó desesperada. 

—No me siento bien… tampoco sé cómo ayudar. —la mirada de Froilán fue a su hermano y verlo llorar después de años rompió la poca fuerza que guardaba —. Estamos perdidos. —Pensó en voz alta. 

—No, aún no del todo. Padre, por favor no te rindas, buscaré la forma ¿Sí? 

Por la cabeza de la menor de los Bathory pasaron miles de escenarios y formas de salir de ese lugar, sin embargo, cada una de ellas tenía el riesgo de ponerlos en peligro a todos. Perdiendo la paciencia tomó de los hombros a su tío e hizo que la mirada a los ojos. 

—Tío por favor, te necesito… Necesito que me digas a dónde podemos ir. Tú eres el único que sabe cada rincón de estos reinos. No podemos perder a nadie más. 

En respuesta, Kai no hizo nada más que abrazarla, no podía gestionar palabras, el dolor en su pecho era tan grande que no lograba calmarse y entrar en razón. 

—Solo nos queda una opción Elizabeth. —le recordó Abalam poco convencido. 

—Es peligroso. 

—También lo es quedarnos. 

•••

En la casa de los Desmond con el pasar de los días, el ambiente se volvía más denso con la situación. La guerra no era fácil de manejar, teniendo tantos problemas entre ellos, principalmente por la boda que aún no se llevaba a cabo y la tensión entre Mika y Aidan no ayudaba en absoluto. 

—Hasta ahora no hemos ganado ni perdido contra el consejo. —comentó Bert en la mesa donde discutían la familia, sus próximos movimientos.

—No es algo de lo que alardear Desmond. —reprendió Otis un tanto impaciente por la situación. 

—En lugar de decir que está o no bien, Otis deberías aportar en alguna estrategia. —se atrevió a decir Aidan.

—¿No se supone que eres tú el rey? Debías ser lo suficientemente competente como para manejar esta situación. Después de todo, según tú, has esperado esto desde hace años, ¿No? 

—No estoy diciendo que no pueda, solo que si vas a corregir errores deberías dar ejemplo de cómo hacerlo bien.

—Actuaré justo en el momento que lo vea conveniente. —aclaró el hombre negándose a ser pieza del rey. 

Reino del olvido [#02] Where stories live. Discover now