Epílogo.

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Para los hermanos Desmond la vida había sido bastante buena, al menos hasta que los problemas de los reinos y la guerra los golpeó. 

Para todos la situación los afectaba y para ellos no era la excepción. 

Su primo se había ido hacía unos meses y aún les sorprendía el hecho de que ninguno de sus tíos o padre hubieran notado la ausencia del menor de los Desmond. Entendían que la batalla los mantenía distraídos, pero el hecho de que también su madre hubiera desaparecido les parecía aún más extraño. 

Ella jamás se había apartado de ellos y mucho menos de su padre era algo vital para él mantenerla cerca. 

Y aún todo aquello les preocupaba, la cosa que peor les desagrada era que tenía que posponer su boda, lo que les preocupaba tanto a ellos como a las jóvenes, ya que nada parecía bien en el palacio. Estaban convencidos de que en cualquier momento los lazos se romperían por la presión que ejercía Mika hacia Otis. 

Los jóvenes no soportaban a su suegra por proteger tanto a quienes ya no tenía nada que ver. Su familia era esa y les molestaba que los colocara por encima de su verdadera familia. 

—¿Qué crees que debemos hacer? —la pregunta de Jasper a su hermano estaba cargada de enojo. 

—Tenemos que armar un alboroto incluso más grande que la guerra para poder irnos sin que nuestro padre nos vea. —aclaró el joven. 

—¿Y qué podría ser eso? 

—Un enemigo. —dijo como si fuera lo más obvio. 

—¿Enemigo? ¿Ya no todos están reunidos peleando fuera de las paredes del palacio?

—No todos. Hay dos, un iluminado y un demonio. 

Aquella información la había conseguido gracias a escuchar las reuniones de su padre a escondidas. 

—Ellos no tienen nada encontrar de nuestro padre. 

—No directamente, pero sí con sus invitados. —le recordó con una sonrisa maliciosa en su rostro —. Está claro que si el rey Azariel despierta comenzará otra disputa que involucra a padre en el medio por haber traído a esos ingratos a nuestra casa. Y es ahí donde será el momento perfecto para escapar lejos con las chicas. 

Los hermanos presentía que todo se derrumbaría en cuestión de tiempo y era esa la razón por los que preferían huir cobardemente antes de quedar y perder lo que más querían. 

—¿No te sientes mal por dejarlo? Después de todo es nuestro padre quien nos ha mantenido a salvo de todo estos años. —preguntó Jasper a su hermano. 

—No es para tanto, no lo coloques en un pedestal que después de todo también ha sido quien nos ha mantenido esclavo de sus deseos y caprichos. Papá no es una buena persona, mamá siempre le tuvo más miedo que amor y es por ello que se largó. 

—No sabemos qué le pasó. 

—Oh, vamos. Sabemos que ella ha querido huir de él desde que tenemos memoria, él nunca fue bueno con ella a excepción como nos trata. No la ve como persona, sino como objeto que puede dañar cuando quiera. 

—No es tan malo. —musito Jasper poco convencido. 

—Lo es. Tú mismo has visto a cuántos a matando desde que comenzó esta absurda guerra y los miles más desde hace muchos años. No tiene control, es una bestia, tomamos esta decisión precisamente por proteger a las chicas de él porque está claro que sí, Otis decide traicionar o no ceder padre, los tomara como un objetivo y matará a todos incluyéndolas. Padre no se detendrá a pensar en cuánto las queremos porque es incapaz de comprender el sentimiento.

Reino del olvido [#02] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora