Reino del olvido [#02]

cap 11: Más que un instinto.

Omnisciente.

Cómo una jodida pesadilla era como Isabell sentía que estaba viviendo todo ante sus ojos, para ella era casi imposible creer que una simple acción de su parte hubiera ocasionado tal desastre. «Solo quería saber que estaba planeado Leonore, no esto» se recordó sin poder despegar la vista de los acontecimientos.

Desde que Mika le había arrebatado a la pequeña de sus brazos, esta se había escondido en las sombras por miedo a que la matasen. No tenía ni idea donde se había metido su madre y su miedo la tenía anclada en aquel lugar seguro.

Sabía que había cometido un error fatal al adentrarse al palacio y más con los pequeños, sin embargo, su imaginación no le hacía justicia al problema que se avecinaba...

En los reinos una guerra por el poder máximo y sin precedentes se estaba acercando; todos querían algo, sin embargo, nadie quería paz. En Helido muchos querían venganza y sangre por sus caídos, pero mayormente por su rey.

En Urabia Aidan buscaba poder máximo y en consecuencia sus pobladores igualmente y el consejo era mantener las cosas tal y como estaban, pero eso pronto iba a cambiar…

Mientras que en la casa de los Clark, Amelia y Kai intentaban lidiar con un pequeño molesto e irritado en el palacio de Agnes se encontraba lo que quedaba del consejo en una sala reunido debatiéndose en qué hacer. 

—Atacar al reino no creo que sea buena opción Halley tal vez si la rescatamos nos evitaremos muertes y pánico innecesario.

—¿Acaso tienes miedo Minga? Porque si es así, la puerta está muy abierta para que salgas corriendo a refugiarte en tu manada de idiotas. —replicó Halley iracunda, estaba completamente fuera de sí porque ella se lo había intentado decir a Agnes, pero su terquedad hizo que tuviera que dar inicio a una guerra que tal vez pondría en riesgo todo lo que había logrado con los años.

Su objetivo era claro y por nada pensaba cambiarlo.

—Solo estoy dando una idea porque todos aquí sabemos que ellos no están solos, los Hart son su mayor aliado y de hecho esa alianza será inquebrantable en un par de horas cuando sea llevada a cabo la boda que por años han esperado los Desmond. —explicó llenando la sala de tensión. Si el consejo tenía que temer de alguien a su parecer, esos sin dudas eran esas dos familias que por años habían logrado todo lo que ellos no.

—Lo sé, pero es exactamente por eso que atacamos hoy. Cuando todos estén tan distraídos con el casamiento que podamos atacar su punto débil. —dejó en claro.

Para ninguno era un secreto que hasta el mismo Aidan tenía una debilidad, sus hijos era su punto más débil y eso ellos lo tomarían como ventaja.

La sala por varios minutos estuvo en silencio, puesto que hacer esa jugada no era algo que debía tomarse a la ligera. Unos toques en la puerta hicieron que todos se pusieran alerta, puesto que últimamente recibían solo malas noticias por parte de sus informantes.

—Majestades, uno de nuestros espías acaba de mandar una importante información.

—Pase cuanto antes. —exigió Halley quién ahora parecía ser la cabeza del consejo. El guardia se adentró y quitó de su muñeca un reloj el cual era usado solo por espías y cazadores para informar en tiempo real la situación en los otros reinos o cualquier posible riesgo.

Halley lo tomó y reprodujo la grabación en ella.

—Sus sospechas eran ciertas, mi señora Halley, acabo de presenciar como la soberana Agnes ha sido exhibida como regalo por la pronta boda… Sin embargo, debo decirle que algo más ha ocurrido y que nos incumbe. Los pequeños que fueron llevados a Helido hace meses estuvieron aquí y Aidan quiso matarlos.