Reino del olvido [#02]

cap 16: Una bestia infernal.

Omnisciente.

Semanas después.

La ira de Aidan era exorbitante, tanto que uno de los tantos cazadores que había atrapado esa noche la contemplaba de primera mano.

Sus ojos ardían, su boca sangraban sin parar y sus costillas crujían con la maldad del soberano.

-P-por f-favor -tartamudeando el cazador suplicó por su vida.

-¿Por favor? Qué hombre más patético ¿En su dichoso entrenamiento no te enseñaron a mantener la dignidad hasta el último momento? No respondas porque está claro que no. -tomándolo por el cabello, esté lo jalo hacia atrás hasta doblar su columna.

-Señor, piedad... piedad, señor. -este en respuesta soltó una carcajada.

-En primer lugar, si vas a dirigirte a mí a pedir clemencia, pídela con mi título y segundo mejor no lo hagas que eso solo me enfurece más. -el hombre abrió la boca para volver a suplicar, pero el hombre se le adelantó, abrió su boca hasta partir su quijada.

Lleno de sangre y satisfecho sacó un paño de su traje y con suma elegancia limpio los restos de sangre que salpicaron su rostro.

-Hermano trae a otro. -Bert con miedo palpable le llevó a otro cazador a sus pies. -Ya sabes qué hacer con este otro ¿Cierto?

Bert frenético asintió dirigiéndose al cuerpo para llevarlo a otro guardia que se encargaría de llevarlo a los pies de Halley.

Ya habían pasado varias semanas desde que el consejo se había atrevido a atacarlos y comenzado una guerra que los afectaba a todos. Una consecuencia altamente aterradora era lo violento que se había vuelto, la cabeza de Urabia Aidan jamás había sido dócil, pero ahora parecía una bestia infernal a punto de comerse a toda Veranes en consecuencia.

Toda la familia estaba preocupada, ya que el soberano no era de perder la calma ante ninguna situación, prueba de ello eran los más de trescientos años que había esperado acabar con el consejo.

Sin embargo, lo que más le molestaba y que ninguno sabía era que su ira era atribuida a su objeto más preciado, la causante de que ahora tuviera descendencia.

Eve había escapado en todo el caos de Urabia y tener la guerra frente a él no le había dado tiempo de buscarla ni mucho menos mandar a alguien, ya que toda su tropa estaba casi las veinticuatro horas del día atacando a los cazadores y los Insantes que el consejo sacaba cuando ya veía la derrota cerca.

Esas cosas le daba dolor de cabeza al hombre, puesto que era las principales cosas que acababa con sus hombres de un momento a otro.

Hasta ahora se había mantenido al margen por órdenes de Otis Hart a quien de momento no podía llevarle la contraria. Todo eso junto estaba ocasionando que despertará el lado más aterrador y salvaje del hombre.

Con ganas imparables de sangre, Aidan se dispuso a irse contra el hombre que tenía al frente cuando la voz temblorosa de Bert lo interrumpió.

-¡¡Eda ha muerto!! -curiosos, el hombre levantó la mirada hacia su hermano esperando que le explicase la situación.

-Habla. -su hermano inquieto soltó todo lo que hasta ese momento sabía.

-No se sabe con exactitud qué fue lo que ocurrió, pero Erlik ha quedado furioso e inestable. Se dice que ella estaba bien, pero que de un momento a otro simplemente colapso. Nuestros infiltrados dicen que sus ojos se volvieron negro, su boca comenzó a recitar palabras en el idioma de las brujas y que está, no paraba de gritar que le dolía mientras sostenía con fuerza su pecho.