cap 12: El inicio del final.

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Alrededor del brazo de Aidan se envolvió el arma imponente que manejaba el joven cazador. A pesar de que su brazo ardía en fuego, este no se detuvo y de un fuerte jalón le arrebató el arma de sus manos, detrás del joven dos de los hermanos se posicionaron a su espalda y de un chasquido los hermanos Desmond destrozaron el cuerpo.

Su cabeza voló por los aires hasta caer a los pies de Halley quien a su vez le devolvió la mirada al líder de Urabia.

-¿Cómo te atreves? -murmuró entre dientes el soberano.

-¿Yo? ¿Acaso se te olvida que fuiste tú quien raptó a Agnes? -replicó la mujer sin una pizca de miedo.

-Eso fue por una buena causa. -ladeando la cabeza y le sonrió hipnotizándola en el acto. Tragando grueso volvió hablar.

-Esto solo significa una cosa, rey, guerra. Una que estoy dispuesta aceptar después de todo hemos esperado demasiado para al fin enfrentarnos. -dictaminó altiva.

-Me parece bien. Mi cuerpo pide sangre y las suyas son las que quiero. -cedió sin borrar su sonrisa macabra.

-Ya veremos quién tiene la de quien. -terminó justo en el momento que Aidan le dio la espalda y camino de regreso a su palacio como si nada para comenzar el juego.

•••

-¿Qué es ese ruido? Así no va a lograr dormir Kai. -Espetó Amelia abrumada por la forma tan ruidosa y desesperante en la que lloraba el pequeño en sus brazos. -Ya, ya no llores, por favor.

-Ese es el sonido que hacen las alarmas de los cazadores. -aclaró saliendo de la habitación en la que los había dejado un Arturo fuera de sí.

Kai llegando a la sala, tomó la muñeca del joven y leyó el código que deslumbraba la alarma en su reloj.

-Van a atacar. -dijo sorprendido -Arturo mírame. -lo tomó de la nuca e hizo contacto con sus ojos -Ve rápido con al palacio de Agnes ¡ya!

Gritó esto último ocasionando que este se levantará de golpe y corriera al sitio ordenado. Kai tomó profundas respiraciones antes de ir de nuevo a la habitación y soltar su plan a Amalia.

-El consejo piensa atacar en menos de quince minutos, es necesario que no salgas por nada de esta habitación y hagas todo lo posible porque el bebé duerma. -pidió soltando unos botones de su camisa y quitando la molesta chaqueta del traje.

-Sé que dijiste que no hablara, pero ¿puedo saber a dónde vas? -se atrevió a preguntar Amelia un tanto asustada por su reacción.

-A buscar a mi familia. -se limitó a decir.

-¿No necesitas recuperarte primero? Puedo darte de mi sangre si es necesario. -sugirió preocupada por su apariencia.

-Si lo necesito, pero no voy a tomar la tuya. Estoy seguro de que ese pequeño robará mucha de tu energía esta noche, así que es mejor buscar algo más -explicó antes de salir.

Para su suerte, la madre de Arturo deambulaba por la sala, por lo que sin pensarlo dos veces fue a ella y la atacó desprevenida, sin embargo, se cercioró de que no muriera, no necesitaba un cargo más de conciencia.

Estando un poco más fuerte, salió poco después del consejo, solo tenía esa oportunidad para hacer su cometido y eso fue exactamente lo que hizo. Adentrarse al palacio de Agnes sin guardias no era problema, ya que el verdadero problema era abrir los calabozos y la puerta que daba a ellos. Esos estaban sellados con magia y la única solución era que una bruja absorbiera dicha magia.

En el reino Kai tenía a muchas brujas conocidas, pero quién quisiera desafiar a su suprema era casi nula la lista. Las brujas la respetaban mucho e incluso protegían con su propia vida. Para Kai la esperanza comenzaba a disminuir hasta que recordó que tenía a una pequeña bruja a su alrededor.

Reino del olvido [#02] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora