Reino del olvido [#02]

Cap 7: Mascaras Parte 1.

Amelia. 

Lo sabía, cuando conocí y estuve esa semana entera con Kai supe que algo grande se escondía. El que jamás comiera absolutamente nada y que era parte de los cazadores me daba varias teorías de lo que podría ser. 

Casi nadie se lo cuestionaba, puesto que todos pasaban que en algún momento el menor de los Bathory se convertiría tarde o temprano, aunque muchos tenían la teoría de que él ya lo era y por cuestiones del consejo no se atrevía a confesarlo. 

—Sé que apenas estás siendo consciente otra vez, pero necesito saber si tienes alguna información valiosa. —pregunta Kai sin ocultar sus emociones. 

—No sé si es crucial, pero en dos ocasiones escuché a las esclavas hablar de unos Mellizos que trasladaron a Hélido hace casi dos meses. —sus ojos esmeraldas se abren de manera exagerada, al igual que su boca. 

—Los bebés. —pasa una mano por su cabello de manera dolorosa a la vista. 

—¿Por qué te preocupan? 

—Porque son mis sobrinos. —Confiesa dejándome algo desconcertada. 

—¿Son hermanos de…? —musitó pensativa. 

La puerta de repente es tocada sacándonos de nuestros pensamientos. 

—No te alarmes, de seguro son nuestros trajes. 

—¿Trajes? 

Kai se dirige a la puerta y toma lo que le dan del otro lado, por la distancia no logro escuchar mucho de lo que la otras personas le dice. No tarda mucho para cuando la vuelve a cerrar y coloca en mis manos un vestido de gala. 

—Cuando el reloj marque las doce de la noche iremos a un baile. —es todo lo que dice antes de colocar su traje en uno de los muebles y salir dejándome sola en la pequeña cabaña.

Me quedo como una idiota por al menos un par de minutos viendo la puerta procesando, porque ante mí todo parece pasar tan rápidamente que poco proceso; desperté, vampiros, me secuestraron, un baile, apellidos importantes. ¿Qué secretos guarda este mundo que nos rodea? No lo sé, pero estoy segura de que pronto descubriré unos cuantos en este baile y por parte de Kai que me dejó en claro que tiene más información de lo que aparenta. 

Todos estos meses estuve en trance debido a que así lo quise fue mi método de supervivencia, sin embargo, supongo que de algo ayudó, puesto que aunque me refugie en lo más recóndito de mi mente, aun así pude escuchar y registrar todo lo que escuchaba. 

Es por ello que no estoy del todo perdida con la situación actual de Nirvana y Hélido, eso ayudará bastante a buscar una solución para los problemas que tenemos ahora. 

Decido irme a descansar un rato hasta que llegue la hora de irnos. 

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Sin titubear, tomó el vestido verde oliva que me dio Kai y me dispongo a colocarlo en mí y arreglar mi cabello en un peinado elegante. La mujer que trajo los trajes fue muy clara en lo elegante que teníamos que vernos, o al menos eso pude escuchar, por lo que no decepcionó en mi apariencia. 

El vestido no es muy pomposo, por lo que es fácil colocarlo sola. Aunque sí que me cuesta ajustar el corsé de forma correcta, mis manos y cuerpo se sienten maltratados y a doloridos, pero esta sensación es tan familiar que ya el dolor no molesta, se siente parte de mí. 

Antes de subirme por completo el vestido me observó en el espejo de cuerpo entero, no hay ni un solo lugar donde mi cuerpo no esté marcado. Cicatrices, cortadas, látigos, moretones, no hay nada ni una pequeña parte que no esté marcada por el odio de mi madre.