Cap 19: Dulce beso.

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Kai.

Corro rumbo a dónde está todo el caos, los cuerpos sin vida de los habitantes de Helido se esparcen por todo el suelo haciendo un río de sangre.

Respirando hondo me enfoco y busco con la mirada a Elizabeth, su cabeza inconfundible llega a mi campo de visión llenándome de alivio.

Sin perder tiempo me aproximó a ella a toda velocidad, sin embargo, una fecha de oro negro atraviesa mi espalda deteniéndome en seco.

Haciendo el veneno su efecto, mis vías respiratorias se cierran y mi visión comienza a nublarse. Con desespero intento llamar a Elizabeth para que venga a mí, sin embargo, y a pesar de que me desgarró las cuerdas vocales llamándola, esta no me escucha.

Caigo al suelo y la sangre del suelo se mezcla con mis lágrimas. Pisadas rápidas se escuchan a mi espalda y sin más mi cuerpo se rinde en un profundo sueño que por más de un año se vuelve una completa pesadilla...

••••

Tomando una fuerte bocanada de aire me recuesto en la cama intentando normalizar mi respiración. Con el cuerpo empapado en sudor me dispongo a quitarme la camisa y despeinar mi cabello.

Mi corazón golpea fuerte, mi pecho por el recuerdo que se volvió pesadilla.

No me gusta recordar esa noche y es por ello que bloqueó esos recuerdos cuando soy consciente, sin embargo, en mis sueños es imposible deshacerme de ellos porque de una u otra forma logran perturbarme convirtiéndose en pesadilla.

Agridulce.

Un olor a agridulce peculiar inunda mis fosas nasales alertando de que alguien se encuentra fuera de la casa. Con cautela y sin molestarme en ponerme de nuevo la camisa, salgo en busca de la persona.

El olor me lleva a la puerta de la cocina sin titubear, tomó la perilla y la giró abriendo despacio. Su cuerpo y rostro se cubre por la túnica que tiene puesta ocultando su identidad, sin embargo, sin verla sé quién es perfectamente.

-¿Qué haces aquí Mika? -pregunto autoritario.

-¿Acaso no respetas a tus mayores? -pongo los ojos en blanco por su soberbia.

-¿Qué quieres? -corto y un suspiro de cansancio sale de ella.

-Deseaba saber cómo estaban. Aidan mencionó que algo estaba pasando con ustedes y me preocupe, es todo. -la miró con suspicacia. Después de todo ella ya no forma parte de nuestra familia, su lealtad no está con nosotros y eso es algo que jamás debo olvidar por mucho que le tenga aprecio.

-Como siempre Aidan lo sabe todo, ¿No?

-No lo tomes a mal...

-No te equivoques, Mika no desconfío de ti únicamente de él. -interrumpo incomodando el momento -. Además, sí estamos bien y supongo que Aidan te mando para que verifiques que Elizabeth está con nosotros de manera discreta.

-¡Está viva! -mis palabras se hacen ciertas por su expresión. Típico del demonio moviendo piezas de manera discreta y cautelosa.

-Sí, pero no la verás. -me adelantó interponiéndome en su camino justo en el momento que intenta entrar a la casa.

-Pero...

-No, ella no puede conocerte. -sentenció desvaneciendo toda alegría en su rostro -. Tú no eres parte de nosotros, tu historia fue borrada por tu decisión y no permitiré que la metan en su juego por capricho de Aidan.

Reino del olvido [#02] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora