Capítulo 6

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—No haré esto —aseguré abriendo mucho mis ojos.

—Vamos, no morirás por hacerlo—declaró Jazmín y volqueo sus ojos.

—No quiero —afirmé seriamente.

—Tengo esto para convencerte —dijo ella y me mostró una foto de mis gafas.

—¿Cuándo piensas devolvermelos? —cuestioné algo enojado—. ¡Devuélvelo!

—Shhh. Otro día lo haré. Concéntrate en el presente. Ayer aceptaste ayudarme. Esto es una urgencia, no te eches para atrás.

—Me niego rotundamente —sostuve totalmente serio.

Ella soltó un largo suspiro y con una mano agarro el cuello del pulover negro que llevaba puesto. Entonces me miro seriamente y sin siquiera pestañear dijo:

—Solo debes ir a donde está la maestra y distraerla para que yo pueda recoger mi teléfono. Serán cinco minutos. Haslo o rompo tus anteojos.

—Lo haré —afirmé y Jazmín sonrío soltandome.

Todo fuera por recuperar el regalo de mi abuelo.

Acomodé mis espejuelos de respuesto y fui a hablar con la maestra con la excusa de que no entendí un ejercio. Jazmín entro al salón y antes de que me diera cuenta volvió a salir. Yo me despedí de la profesora y corrí a ver a la chica con nombre de flor.

—Misión cumplida —expresó Jazmín emocionada y me abrazo cogiéndome tan desprevenido que por poco no me caí con ella.

Mis ojos se abrieron como platos y el ritmo de mi corazón se descontrolo. Inmediatamente separé a la chica con tosquedad y me alejé a dos metros, como si ella tuviera covid o algo por el estilo.

—¿Qué te pasa? —cuestione seriamente—. No te me acerques.

Ella solto una rísita y me dio una mirada llena de ternura soltando un largo: Awww.

—Te has puesto nervioso.

Negué efusivamente ante su declaración. Era cierto, pero no lo confesaría nunca. Absolutamente nunca.

—Quiero mi anteojos de vuelta —indiqué muy serio.

—Y yo quiero que te relajes —enunció Jazmín y se encogio de hombros, después se me acerco y me miro directo a los ojos cruzando sus brazos—. Quiero muchas cosas y no las he obtenido, cuando tenga al menos una te devolvere lo que te pertenece.

Sin decir más me dio la espalda. Yo simplemente suspiré y observé como se alejaba caminando como toda una modelo, porque si, la maldita era tan actrativa que eso parecía.

¡Devuélvelo!Where stories live. Discover now